Volvieron las picadas a la Placita Hundida y se multiplican las quejas de los vecinos. Además, hubo roturas de luminarias. «Así no se puede vivir más», relataron.
Vecinos de la Placita Hundida afirman haber padecido «un infierno» durante el fin de semana, con el regreso de las picadas con motociclistas al lugar.
Tras los controles en la avenida Perón, el flagelo se trasladó al tradicional espacio verde y la concentración de centenares de motos se pudo observar el viernes, sábado y domingo, «hasta altas horas de la noche».
«Fue tremendo, le juro que este domingo fue algo espantoso hasta las 2 y media de la mañana. No fueron solo las motos, sino también los autos con escapes libres», expresó una vecina.
Otra mujer precisó que «al problema de las picadas se sumaron la música fuerte y los destrozos de las luminarias»
«Es una obsesión por la transgresión. Antes estaba la juventud reunida y tomaban mates, tocaban la guitarra, era hermoso. Ahora, con lo de las motos es una provocación», aseveró.
Una afectada que vive a metros del espacio verde añadió que «ni el Edecom ni la Policía los puede controlar»
«Si se ponen adelante los pasan por encima. No respetan ni a los muertos. A 100 metros hay una sala velatoria y el ruido es insoportable», aseveró.
La mujer destacó que «no se puede descansar y la gente está desesperada»
«Tengo ganas de picar vidrio y tirarlo a la calle. Que se rompan el alma, no respetan nada», advirtió.
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