Escasez de combustibles, escalada de precios, y el descontento del sector agrícola-ganadero. Esto recién empieza.
Hoy, la sistemática desmejora que se ha observado desde hace más de tres años en la producción de hidrocarburos hace que la falta de combustibles sea un factor condicionante de la actividad a lo largo de todo el año, ya no sólo durante los meses de invierno. En los dos primeros meses del año, el desabastecimiento alcanzó al 30% y según los analistas podría llegar al 50% durante la cosecha gruesa.
Esto se suma al descontento agropecuario por la persistencia en el incremento de la carga impositiva y el manejo arbitrario de precios en uno de los sectores –sino el principal- impulsores de la salida de la crisis de 2001 y la recuperación.
Además, a la escasez del insumo se le suma un factor externo imposible de salvar: el precio del petróleo, que alcanza mes a mes niveles récord y parece no tener techo en el corto plazo, y que derivará irremediablemente en un aumento de los precios de los combustibles de por lo menos un 20% en el país.
Es imposible sostener que estos factores no condicionarán el crecimiento económico en 2008. Según las estimaciones, podría rondar el 7% si los factores que mostraron mayor impulso durante 2007, se mantienen. Sin embargo, difícil será seguir manteniendo el consumo, la construcción y el agro si cada uno se ve coartado por los precios, la disponibilidad de insumos, y/o la carga impositiva.
De continuar la situación actual, el piso de crecimiento del 4% dejado por el desempeño económico en 2007 será la norma, y habremos perdido la oportunidad de mantener el fenomenal proceso de crecimiento que se dio entre 2003 y 2007.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de la Lic. Cecilia Reboyras – Miembro de Fundación EGE – info@fundacionege.org