Se jugaban tan sólo 18 minutos, cuando el defensor Bruno Perone, del Icasa, se fue expulsado del campo tras patear salvajemente el rostro de Soloed Jheymy, delantero del Oeste, en un partido del ascenso de Brasil.
“En cuanto se desinflame la zona, será operado”, explicaron los médicos de Oeste, equipo que anecdóticamente terminó ganando 3-0 el partido.
Con fracturas en cuatro partes de la cara, Jheymy recién podría volver a jugar en dos meses, y con máscara protectora.
Por ese motivo, la confederación brasileña evalúa suspender indeterminadamente a Perone. La opción más firme es que no puede jugar hasta que Jheymy esté en condiciones de volver.
La patada voladora criminal en el fútbol de Perú este fin de semana, por el torneo de segunda división, tiene una nueva competidora a mejor del año.