Lo dijo Marcelo Brito, abogado de Ricardo Jaime, quien permanece prófugo de la Justicia. El defensor etalló que la estrategia se basa en la posibilidad de que la Cámara Federal revoque la prisión preventiva
El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime hizo llegar un mensaje a los medios sobre su situación procesal. Adelantó que no se presentará ante la Justicia hasta tanto no se expida la Cámara .
«Mis abogados de Buenos Aires me aconsejaron no entregarme porque la resolución que ordena la prisión preventiva ha sido apelada», declaró el ex funcionario kirchnerista Ricardo Jaime. El mensaje fue restransmitido por uno de sus abogados, Marcelo Brito, en diálogo con radio La Red.
Si bien el mensaje no pudo escucharse directamente de la boca del acusado, es la primera vez que se conocen impresiones del ex secretario de Transporte sobre las órdenes de detención que pesan en su contra.
«Jaime está prófugo por un consejo profesional de su abogado, que entiende que la prisión preventiva no está firme. Él está haciendo lo que sus defensores le aconsejan», había declarado Brito en diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre en radio Del Plata.
El ex secretario de Transporte se convirtió el viernes pasado en el primer funcionario kirchnerista con una orden de captura. Es en el marco de una causa por el pago de sobreprecios que tiene a su cargo el juez federal Claudio Bonadio.
Britó contó que ayer dialogó con su cliente, con quien acordó que aún no se presentará ante la Justicia, pese a la decisión de Bonadio de declararlo en rebeldía. A la par, un tribunal cordobés también pidió su captura en el marco de otra causa judicial.
«Ayer tuve una comunicación telefónica y le recordé que desde 2011 está planteada una instancia de nulidad y el proceso de Córdoba no podría comenzar», explicó Brito.
Además detalló que la estrategia se basa en la posibilidad de que la Cámara Federal revoque la prisión preventiva, lo que daría lugar a una «privación de libertad innecesaria». «La orden no puede aplicarse», afirmó.
Brito deslizó además que la decisión de procesar y detener a Jaime surge de presiones políticas, aunque no precisó desde dónde. «Cuando la política entra a Tribunales, la Justicia huye por la ventana», graficó.