Un tribunal de California ordenó el pago de una de las indemnizaciones más grandes que jamás se hayan dado en Estados Unidos: 58 millones de dólares. Su beneficiario, sin embargo, preferiría, sin lugar a dudas, volver atrás en el tiempo y borrar lo que sucedió en lugar de percibir esta millonaria cantidad. Y es que Antonio López Chaj, de 43 años, percibirá el monto en compensación por una paliza que le propinaron en 2010 y que le dejó sin una cuarta parte de su cabeza.
López Chaj, pintor de profesión, fue atacado en un bar después de tratar de parar una pelea. Uno de los guardias de seguridad del local en el que se encontraba lo golpeó con una cachiporra, le dio ocho patadas en la cabeza y le estrelló el cráneo contra el suelo en cuatro ocasiones, explica el Daily Mail en su edición digital.