Un año después, la misma película

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Es una gestión con pocos filtros. Juan Jure, un año después de asumir su segundo mandato, quedó expuesto como eslabón ineludible en el entramado de los conflictos. La escasez de atajos no se reduce a la lógica intervención de quien ostenta el mayor cargo, es la consecuencia de un modo de gobernar y de quienes interpretan sus acciones.
El reclamo por el estado de las calles, el déficit en la prestación de Cotreco, el cruce entre los empresarios de la noche, la prohibición a estacionar frente a las escuelas, las demoras en las obras de Castelli 1 y 2, la fallida ordenanza que disponía un freno a la venta de pirotecnia, y hasta la embestida de ambientalistas contra la radicación de Monsanto, exigieron la intervención de Jure.
“No siempre es un déficit de los funcionarios, la presencia del intendente muchas veces permite descomprimir los conflictos”, afirman en el Palacio de Mójica. La metodología se convirtió en un ADN del actual gobierno y Jure no  parece incómodo en ese rol. En la última elección municipal la imagen del mandatario superaba la de su gestión y fue una de las claves para que el oficialismo mantuviera el poder de Río Cuarto, pese a la embestida del delasotismo, con el propio Gobernador a la cabeza.
La disputa casi pugilística entre propietarios de pubs y el secretario de Gobierno Héctor Polinori, los cortes de calles y quema de cubiertas en reclamo por la escalada de baches en las calles, las torpes incongruencias entre el voto de los concejales oficialistas y la postura del Ejecutivo en ordenanzas de fuerte impacto social, y hasta la convocatoria masiva de beneficiarios de Castelli, revelan que la intervención de Jure no es solo por su manía de asumir personalmente cada problemática, sino por la debilidad de las fuerzas de choque que lo anteceden. Cuando el conflicto llega hasta la última instancia, se expone magnificado y fortalecido en su gestación de las crisis. Un deja vu de otros episodios similares del primer gobierno.

Más tranquilas

El ordenamiento de las finanzas fue la prioridad del Ejecutivo en tiempos de altos intereses y costoso financiamiento externo. Aunque la oposición lo duda, Jure está convencido de navegar en aguas más tranquilas.  El pago de salarios y aguinaldos dejó de ser noticia de tapa en los últimos meses y se redujo la deuda corriente. No es una etapa dorada de las arcas municipales, pero aseguran que tampoco puede asimilarse al rojo apremiante que dejó el final de la campaña.
El rol de la doble caja, la administrativa y la que financiará el programa de viviendas, surge como una obsesión indeclinable de Jure. La puesta en marcha del plan habitacional de clase media y el anuncio que se concretaría esta semana sobre las viviendas sociales, constituyen el pilar fundamental del municipio. En el Ejecutivo cuentan los días para visibilizar un avance contundente de los tres frentes iniciados, como un aval de credibilidad para una propuesta que no tiene antecedentes y requiere, como medida excluyente, de la confianza de los adherentes. Si en cuatro años, el gobierno logra ostentar la construcción de 2 mil casas y muestra un fortalecimiento económico del proyecto, habrá saldado una deuda persistente y cada vez más profunda que condiciona a miles de riocuartenses.
El segundo déficit que hasta hoy enfrentó con suerte dispar, es el de los servicios públicos. La embestida contra los basurales y el deterioro de plazas y espacios verdes es un fuerte paliativo, pero solo eso.
La semaforización y la iluminación callejera revelan un marcado deterioro que afecta la seguridad urbana y vial. El anuncio de una cuantiosa inversión en semáforos inteligentes, espejos parabólicos y lomos de burro aspira a revertir  el malestar colectivo.
La secuencia insoportable de baches sobre calles asfaltadas y las magras condiciones de las arterias de tierra, que desde hace meses no sufren el impacto de las lluvias, son la peor postal de años de malas intervenciones. Aunque el plan de reparación se puso en marcha, avanza a paso lento y aparece desbordado por la realidad de las calles. Tampoco hay fecha oficial para el inicio del plan de pavimentación que incluiría 1.400 cuadras.
Otras prestaciones tercerizadas, pero bajo el control público, no pasan por mejores análisis. El servicio de Cotreco y el transporte de colectivos, sufren recurrentes críticas por sus niveles de efectividad y sus altos costos.
El funcionamiento del EDECOM también ha quedado en la mira en las últimas semanas. El ente impuso una mayor presencia en las calles, con controles persistentes y una estructura normativa que le permite un amplio marco de actuación. Sin embargo, las denuncias por robos y fraude administrativo que involucran a algunos empleados entorpecen el esfuerzo y la imagen colectiva del organismo.

Rol central

En el municipio creen que lo peor ya pasó y aspiran a un relanzamiento de gestión, con un masivo acto, en el que la revitalización de los servicios públicos y el plan de viviendas ocuparán un rol central.
A la complejidad del proceso, en el que no se podrá esperar un desborde de recursos económicos, se sumará la lenta pero insistente inserción pública de aquellos que aspirarán a suceder a Jure. Aún cuando las secuelas emerjan más frecuentemente en los pasillos internos del gobierno, no faltarán en los próximos 3 años los posicionamientos individuales y sus consecuencias.
El semestre final del año pretende ser la real puesta en marcha de una segunda gestión, que hasta ahora, apostó por revertir el déficit del primer gobierno. Claro que ambos procesos tuvieron como protagonistas a los mismos actores y la película de gobierno aún espera por sus mejores escenas.

Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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