La caza de ballenas en la Antártida llega este martes al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la mano de Australia, que ha denunciado a Japón ante los jueces de la ONU por comerciar con la carne de cetáceo y pide que se ponga fin a esta práctica.
Según informa el diario El País de España, Tokio, de su lado, asegura que sus incursiones en la Antártida, iniciadas en 1987, son legales y responden a fines científicos.
Ambas partes se verán las caras durante las vistas orales del contencioso, al que se ha sumado Nueva Zelanda en apoyo de la postura australiana.
La defensa de las ballenas a escala internacional se remonta a 1972, cuando la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo, aprobó una propuesta de moratoria de una década en la caza comercial. Así podría recuperarse la población de cetáceos amenazados de extinción.