Su abuela admitió que su cuadro es delicado, y que permanece intubado y con asistencia respiratoria.
Tras el paro cardíaco que sufrió ayer por la madrugada, las próximas 72 horas son claves en su recuperación. El nene de dos años recibió el 2 de junio un trasplante de corazón y continúa internado en una sala de terapia intensiva del hospital Garrahan. Está intubado y con asistencia respiratoria mecánica, aunque no fue reconectado al corazón artificial que ayudaba a su organismo en las instancias previas al trasplante.
En diálogo con la señal de noticias TN, su abuela desestimó que el paro cardíaco se haya producido por un rechazo del trasplante y señaló: “Todo venía perfecto, empezó a comer, a tomar agua, a jugar, habló con su papá tres horas antes del paro, y gracias al trabajo de un enfermero y los médicos que estuvieron al instante se lo pudo reanimar».
Entre lágrimas, afirmó que «ahora solo quedan las oraciones y la voluntad de Renzo, que tiene muchas ganas de vivir» y calificó al pequeño como «un leoncito, el hijo de todo el país».