Lo señala el sitio oficial del proyecto que generó una fuerte polémica. En Río Cuarto, la propuesta indica que los empresarios en lugar de permitir que personas sin recursos tomen el café en el bar, puedan trasladan el dinero que aportan sus clientes a centros comunitarios.
Tras la polémica desatada en Río Cuarto por la modalidad local de «Cafe pendiente», desde la web oficial del proyecto señalaron que «el objetivo del Café Pendiente es visibilizar y permitir la inserción de personas en situación de calle»
Sin embargo, la propuesta en la ciudad señala que los empresarios en lugar de permitir que personas sin recursos tomen el café en el bar, trasladan el dinero que aportan sus clientes a centros comunitarios.
Esto provocó el rechazo de quienes advierten «una profundización de la discriminación en los bares».
Café Pendiente es una iniciativa que «invita a realizar una acción solidaria, sin fines de lucro, basada en la confianza». Surgió en 2008 en Nápoles, Italia, con el nombre de «Caffè Sospeso» y, gracias a las redes sociales, ya se ha extendido a varios países, «con muy buena respuesta de la gente».
Según indican en el sitio web, «la finalidad no sólo es ayudar a la gente en situación de calle dándoles algo para comer y tomar, sino buscar de a poco la visibilidad y la inserción de estas personas en la sociedad. Evitar la discriminación y convertirnos nosotros también en un país más amigable, solidario y menos desconfiado».
La visibilidad e inserción son dos claves que no parecen estar relacionadas con la propuesta en Río Cuarto, debido a que las personas humildes no podrían tomar el café en el propio bar.
Desde la organización de Café Pendiente a nivel nacional, manifiestan que el proyecto «cnsiste en pagar anticipadamente una taza de café caliente para alguien que no tiene recursos para hacerlo y cada establecimiento tendrá un logo identificatorio de «Café Pendiente» en material autoadhesivo y un pequeño afiche».
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