Así lo demuestran varias evidencias científicas. Existe relación entre los problemas de salud con las proteínas, el azúcar, la grasa y los contaminantes que contienen los lácteos. Esta fue la conclusión a la que arribaron médicos estadounidenses del Comité por una Medicina Responsable. “Hay grandes razones, basadas en estudios científicos, para eliminar los lácteos de la dieta”, afirmaron los especialistas.
Enfermedades como: asma, bronquitis, resfríos se deben principalmente a los productos lácteos. Estos son la causa principal de las alergias.
Los lácteos aportan cantidades importantes de colesterol y grasa a la alimentación, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares crónicas.
Estudios epidemiológicos de diversos países muestran una fuerte correlación entre la diabetes dependiente de insulina (tipo I) con el consumo de lácteos.
En los muestreos de leche se ha observado un alto nivel de vitamina D. Esto puede ser tóxico y provocar niveles excesivos de calcio en la sangre y en la orina, según los nutricionistas consultados.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los bebés menores de un año no reciban leche entera de vaca. Uno de cada cinco bebés que consumen leche padecen de cólicos. Además, las alergias a los alimentos parecen ser un resultado común del consumo de leche, particularmente en los niños.
Todo apunta a que los lácteos no ayudan para mantener huesos fuertes. Se puede reducir el riesgo de osteoporosis reduciendo el consumo de sodio y proteína animal en la dieta, aumentando el consumo de frutas y verduras, haciendo ejercicio. Un adecuado consumo de calcio debe proceder de vegetales tales como las hortalizas de hojas verdes, legumbres y frutos secos.
Fuentes consultadas:
www.alimentacion-sana.com.ar
Comité por una Salud Responsable, EEUU
Academia Americana de Pediatría