La docente de 42 años y madre de cuatro hijas., se convirtió en la segunda víctima fatal de las explosiones en la planta piloto de la Universidad. “Responsable, trabajadora, buena compañera y una excelente madre”, así la describieron quienes la conocieron.
Desde que comenzó el velatorio de Liliana Giacomelli, cientos de familiares y amigos, entre los que se encontraban docentes y alumnos, concurrieron a la sala de la calle Hipólito Irigoyen, para expresar su pesar por la muerte de esta infortunada docente. Entre los asistentes se encontraban el rector de la Universidad, Oscar Spada y las autoridades de la Facultad de Ingeniería, encabezadas por Diego Moitre. Quienes compartieron su lugar de trabajo o estudio definieron a Liliana como una persona responsable. capaz, inteligente, emprendedora e incluso aquellos que conocieron su hogar, hoy no dudan en señalar que fue toda una madraza. La mujer estaba casada con el investigador Claudio Daniel Ceballos y tenia cuatro hijas, de 14, 12, 8 y 4 años. Liliana Giacomelli tenía el 82% de su cuerpo quemado y luego de un paro cardíaco, falleció en el Instituto del Quemado en Córdoba.
Medidas de Seguridad
Giacomelli formaba parte del equipo de investigadores que trabajaba en la planta, cuando aparentemente una pérdida de hexano entró en contacto con fuego y desató las detonaciones, que también se cobraron la vida del estudiante Juan Andrés Politano (21). En medio del dolor e impotencia por la muerte de Liliana Giacomelli, algunos de sus compañeros no dejaron escapar la posibilidad para denunciar, tal como se lo ha venido haciendo en los últimos días, condiciones laborales relacionadas con la seguridad dentro del campus ,que al decir de algunos profesionales no son las apropiadas y exigen una revisión inmediata.
Tras la muerte de la investigadora aún son asistidas otras cuatro personas en estado “crítico”.