Telam – Hace 36 años, un día de abril, Azucena Villaflor de De Vicenti dijo: «Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo?. Cuando vea que somos muchas, (Jorge) Videla tendrá que recibirnos».
Con esta frase Azucena Villaflor creó las Madres de Plaza de Mayo.
El 30 de abril de 1977 acudieron a la Plaza 14 madres. Allí estaban Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard y Cándida Gard (4 hermanas), Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin, una mujer de apellido De Caimi y una joven que no dio su nombre.
Acordaron reunirse todos los jueves en la Plaza, como hoy lo siguen haciendo.
En la Plaza, las Madres permanecían en grupos, de pie, sin caminar, pero pronto los policías que custodiaban el lugar les indicaron que marcharan porque había estado de sitio y estaban prohibidos los grupos de tres o más personas y así comenzaron las caminatas alrededor de la Pirámide.
Villaflor fue secuestrada igual que las madres María Eugenia Ponce y Esther Ballestrino de Careaga por una patota de la ESMA que infiltró en el grupo al represor Alfredo Astiz, haciéndolo pasar por hermano de un desaparecido.
Azucena, Berta, Haydée, María Adela, Julia, María Mercedes, Cándida, Delicia, Pepa, Mirta, Kety, Raquel, Elida, Rosa, María, y esa joven que no dio su nombre dieron el puntapie inicial a las «rondas», en una búsqueda que no cesa, en ese «embarazo perpetuo» con la esperanza de parir nuevamente a sus hijos.