Los vecinos ya marcaron los lotes para el inicio de los cimientos. En diálogo con TD Digital, Balmaceda sostuvo que “no se puede negociar si se avanza sobre una propiedad que es de todos”.
Unas veinte familias mantienen usurpado desde el pasado jueves una manzana completa del barrio Mugica, donde residen más de 250 grupos de relocalizados, y exigen que les permitan el acceso a la vivienda.
Tal como anticipó Telediario, los manifestantes, representados por mujeres y niños, se reunieron con uno de los directores del IMV, América Balmaceda.
El funcionario les pidió que no inicien la construcción y exigió que “abandonen el espacio público”.
En diálogo con TD Digital, Balmaceda sostuvo que “no se puede negociar si se avanza sobre una propiedad que es de todos”.
“Si ellos desisten de cualquier acción que signifique tomar el espacio público podemos conversar. Hay una clara necesidad de una vivienda propia y de contar con un centro comunitario para el barrio”, aseveró.
Los vecinos indicaron tras la reunión que existe la promesa de analizar la venta de los terrenos usurpados «a un precio social».
«Nos dijeron que van a determinar quien es el dueño y el miércoles que viene nos dan una respuesta. Si no logramos una propuesta afirmativa, vamos a empezar a construir», advirtió Silvia Zabala, una de las mujeres que encabezó la usurpación.
Reclamo
Una de las mujeres que lidera la ocupación de terrenos sostuvo que “la usurpación la iniciamos porque necesitamos una solución habitacional”.
“Mi familia fue censada en el 2003 y nunca le dieron una casa. A mi me desalojaron y le dieron la vivienda a una hermana del Pai Umbanda. Estamos hartos y ahora cada uno tiene su lote marcado en esta plaza”, subrayó.
Otra de las afectadas “pidió que el Intendente tome cartas en el asunto, no podemos estar en la calle”.
“La Municipalidad quiere que vayamos a otra reunión pero no habrá solución. Hace 10 años que esperamos y vamos a empezar a edificar”, advirtió.
Inicialmente, los usurpadores intentaron ocupar un sitio lindero a la plaza, pero la Municipalidad les indicó que se trataba de un terreno privado. Ante la insistencia, decidieron usurpar el único espacio verde de la barriada.
“Acá hay gente que tiene vivienda y no vivía en la costa del río. Hay casas usurpadas, otras compradas, nadie es dueño”, manifestó otra manifestante.