La Corte Suprema de Justicia falló en contra de la prescripción de la causa por la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, hecho ocurrido en 1995, y el cual se presume que fue intencional para ocultar el faltante de armamento por el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
Fuentes judiciales aseguraron a Infobae que el alto tribunal hizo lugar al reclamo de la querella, luego de que la Cámara Federal de Casación Penal diese por extinguida la acción penal.
En esta causa, el ex presidente Menem es investigado, aunque por lo pronto cuenta con una falta de mérito, a diferencia de otros ex funcionarios de Fabricaciones Militares que sí están camino al juicio oral y público.
Los defensores de Jorge Antonio Cornejo Torino (ex director de Fabricaciones Militares) y Marcelo Diego Gatto (ex jefe de División de Producción Mecánica) tras ser procesados en primera instancia, recurrieron a la Casación, la cual deslizó que la causa estaba prescripta.
Junto a ellos están acusados quien estaba a cargo de la Coordinación Empresaria de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Edberto González de la Vega; y el ex director de producción (DGFM), Carlos Jorge Franke.
Contra la prescripción, recurrieron a la Corte los abogados de la familia de la querellante Ana Gritti (Ricardo Monner Sans, Aukha Barbero y Horacio Viqueira) y obtuvieron un dictamen favorable del entonces procurador general, Esteban Righi.
Esta causa está ya camino a juicio oral y público y por ahora no será juzgado Menem, quien sigue siendo investigado, y quien fuera condenado días atrás por el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
Según la acusación, la voladura de la fábrica militar de Río Tercero fue con el fin de ocultar el armamento faltante producto del tráfico ilegal.
Según una pericia contable que consta en la causa, el 31 de octubre de 1995, antes de la explosión, había un total de 72.405 piezas de artillería (proyectiles, y/o cartuchos y/o tiros completos) en tanto que, de acuerdo a la documentación aportada por las autoridades de la fábrica, era de 58.422 unidades (49.948 proyectiles y 8.474 cartuchos), lo que evidencia una grave irregularidad y/o imprecisión contable adrede dentro de la Fábrica Militar al surgir una diferencia aproximada a las 35.576 unidades entre el monto total peritado y lo recuperado por el personal de seguridad actuante”.