Jorge Bergoglio es Francisco I, sucesor de Benedicto XVI

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El cardenal primado de Argentina, Jorge Mario Bergoglio, fue elegido como nuevo papa y decidió llamarse Francisco I.

Tras el humo blanco y el anuncio oficial, Bergoglio saludó a una fervorosa multitud al hacer su primera aparición pública desde el balcón de la Basílica de San Pedro, donde bromeó que los cardenales que lo eligieron papa tuvieron que ir hasta el «fin del mundo» para ungir a un nuevo obispo de Roma.

«Auguro que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi cardenal vicario aquí presente, será fructuoso para la Iglesia y para esta bella ciudad», dijo Francisco I desde el balcón de la Basílica de San Pedro ante decenas de miles de fieles que cantaban en italiano «¡Francesco, Francesco»!.

«Ustedes saben que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma, y parece que mis hermanos cardenales han ido a escoger al fin del mundo», destacó el flamante Papa.

Bergoglio, cardenal primado de Argentina y arzobispo de Buenos Aires, será el papa número 266 desde el apóstol San Pedro, y sucederá al renunciante Benedicto XVI como líder de los 1.100 millones de católicos del mundo.

Francisco I, también el primer papa jesuita, fue elegido en el segundo día del cónclave y en la quinta votación de los cardenales electores, por lo que el proceso de su designación fue uno de los más cortos de los últimos años.

En comparación, Benedicto XVI fue elegido en la cuarta votación en 2005, aunque era el claro favorito antes del cónclave. Juan Pablo II, el antecesor de Benedicto, fue electo en la octava votación en 1978 y fue el primer papa no italiano en 455 años.

Para ser elegido papa se necesitan los votos de 77 de los 115 cardenales electores, es decir, las dos terceras partes de los apoyos.

Según informaron entonces los medios italianos, Bergoglio había sido el segundo candidato más votado en el cónclave de 2005 después de Benedicto XVI, cuya renuncia fue la primera de un papa en 600 años.

El cónclave que eligió a Bergoglio había comenzado sin un favorito excluyente y marcado por la renuncia de Benedicto XVI y por el escándalo de robo y publicación por medio de la prensa de documentos papales que revelaron internas y desmanejos en la Santa Sede.

Antes de la aparición de Bergoglio en el balcón, la multitud de fieles explotó en gritos de júbilo al ver la salida, poco después de las 19 (las 15 en Argentina), de una humareda blanca de la chimenea de la Capilla Sixtina, la tradicional señal de que se eligió un nuevo papa.

Muchos cerraron sus paraguas y se empaparon para ver mejor la densa columna de humo bajo la intensa lluvia que caía sobre la anochecida plaza.

(Fuente: Telam.com.ar)

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