El papa Benedicto XVI seguirá llamándose Su Santidad y tendrá el título de «papa emérito» o «Romano Pontífice emérito», informó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Una vez que deje de ser papa, Benedicto XVI vestirá sotana blanca, sencilla, y seguirá usando los zapatos que le regalaron los mejicanos durante su viaje a México, del pasado año, «que son tan cómodos y tanto le gustan», precisó Lombardi.
Lombardi también explicó que Benedicto XVI no utilizará más el “Anillo del Pescador” que será anulado al igual que el sello de plomo del pontificado.
Esa labor correrá a cargo del cardenal Camarlengo y de sus ayudantes.
Benedicto XVI, que dejará de ser papa a las 8 de la tarde de Roma del 28 de febrero, se llevará a la residencia de Castel Gandolfo, donde se alojará los próximos meses, sus documentos privados, mientras que los del Pontificado quedarán en el Vaticano para ser archivados.
Lombardi dijo también que los cardenales serán convocados el 1º de marzo, ya en periodo de Sede Vacante, para que asistan a las congregaciones (reuniones) previas al cónclave y que visto que ese día es viernes, lo más probable es que la primera de ellas se celebre a partir del día 4, a la semana siguiente.
El día 28 de febrero el Papa se trasladará en helicóptero a Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas, donde permanecerá hasta que estén acabadas las obras de rehabilitación del convento de monjas de clausura del Vaticano.
El convento cuenta con cuatro plantas, varios espacios comunes y 12 celdas monásticas, un ala nueva de 450 metros cuadrados, una capilla, un coro para las hermanas de clausura y una biblioteca.
El Papa puede pasear por la gran huerta donde además del cultivo de verduras, se alzan limoneros y naranjos de cuyos frutos las monjas hacen confituras.
La última audiencia.- Para la última audiencia general del Papa, mañana 27 de febrero, ya hay más de 50.000 entradas reservadas, pero la afluencia será mayor, informó el Vaticano.
Excepto por la vuelta del Santo Padre en papamóvil a la Plaza de San Pedro, la audiencia se desarrollará de forma habitual, si se exceptúan los llamados “besamanos”, o breves saludos al Papa al final de la misma.
Una vez concluida, Benedicto XVI encontrará en la Sala Clementina a algunas autoridades presentes en Roma o que han llegado a ella para saludarlo, entre ellas el presidente de Eslovaquia y el de la región alemana de Baviera.
Fuente La voz