La seguridad vial en terapia intensiva

0
Compartir

En Río Cuarto, la muerte tiene el rostro de un adolescente, varón, que circula en moto, sin casco, de noche (56%) y durante los fines de semana o feriados (54%). A pesar de que usar casco evita en un 85% un final fatal, casi nadie lo usa. Los costos para el sistema son altísimos. 

Por Pablo Ferrari. Imaginémonos que en nuestro país cada semana se estrellara un avión de pasajeros. El peso de semejantes tragedias sería imposible de sobrellevar, fundamentalmente para el ánimo de la sociedad y además desde lo comercial: ya nadie viajaría jamás en avión.

Sin embargo la situación es, trágicamente, real. Lo que cambia es el medio de transporte.
Y si no, a sumar. O peor aún, a restar.
En nuestro país mueren 155 personas cada siete días y 7485 al año en accidentes de tránsito, la epidemia más demoledora con la que convivimos, causante primordial de muerte entre los menores de 35 años.
Asimismo, entre los niños menores de 10 años, ni sumando todas las causas de muertes juntas, llegan a ser tan fatídicas, como los accidentes de tránsito.
Para quienes viven para contarla, la realidad no es fácil. 120 mil personas arrastrarán discapacidades permanentes y 3 millones, transitorias.
Darle carnadura a las estadísticas, resulta tan simple como cruel.
Solo con recorrer cualquier guardia hospitalaria se detecta la abrumadora presencia de pacientes que arriban derivados desde alguna calle o ruta.
De hecho en el Hospital San Antonio de Padua, se debió improvisar una sala de cuidados intensivos en el corazón de la guardia.
En Río Cuarto, sobrellevamos nuestra propia cruz: aquí el drama mayoritariamente viaja en motocicleta, sin casco y casi con desprecio a la vida.
“Cada vez que recibimos a un paciente de accidente de moto sabemos que es un paciente joven, cuyo estado siempre grave” resume Fabio Velloso, médico de terapia intensiva del Hospital San Antonio de Padua.
“Son pacientes muy críticos, severamente lesionados, con golpes de cráneo a diferencia de quienes sufren accidente en auto que llegan con politraumatismos pero que no suelen ser tan graves”.
En la ciudad más de la mitad de las muertes que se registran por año corresponden a motociclistas.
¿La moto es un arma? Nadie aseveraría eso. En todo caso la diferencia la hace la desidia y el desapego por las medidas de seguridad.
De nuevo, las estadísticas, son lapidarias.
Quien usan casco tienen un 85% más de probabilidades de esquivar la muerte, que aquellos que prefieren sentir la brisa en sus rostros.
Cada vez hay más accidentes en moto y lo peor es que cada vez son más graves, porque la gran mayoría no usa casco.
“Es típico que los familiares vayan llegando al hospital a medida que se van enterando, padres desesperados que se encuentran a sus hijos con situaciones gravísimas, que si sobreviven durante la primera semana, tendrán al menos otros 24 días de estadía, y con consecuencias imprevisibles”, relata Velloso.
“Los familiares se enojan con la medicina porque habiendo tantos avances, no podemos salvar a sus hijos. Es una doble impotencia, por una parte ver el estado de quien llega y saber que se podría haber evitado solo con el casco”.
“Es muy triste ver como cada día perdemos estos pacientes en estado crítico. Jóvenes que llevaban una vida totalmente sana hasta el accidente, con un potencial de vida enorme y a partir del accidente uno no sabe si van a sobrevivir, sino además, que secuelas le pueden quedar”, añadió.
Costos y muerte
En nuestro país atender a las víctimas de los siniestros viales insume la friolera de 6500 millones de dólares anuales, lo que representa el 10% del presupuesto total destinado a salud.
El 60% de las muertes ocurren en el lugar del accidente. El segundo pico (25%) ocurre dentro de las primeras dos horas y el tercer pico (15%) acontece entre la cuarta y la sexta semana.
Contrariamente a lo que se podría suponer para una ciudad rodeada de rutas muy transitadas como la nuestra, la mayoría de quienes ingresan al Hospital son derivados desde las calles del municipio y no de las rutas.
El accidente típico de Río Cuarto se produce en moto, de noche (56%) durante los fines de semana o feriados (54%) y los protagonistas son rotundamente hombres(70%)
En el Hospital San Antonio de Padua los protagonistas de accidentes en motocicleta permanecen internados 24 días en promedio.
Atender a una persona 15 días en la Unidad de Terapia Intensiva conlleva un costo de entre 50 y 70 mil pesos, además de prótesis y otros insumos que se necesitaran.
En todo caso no se trata de confrontar al dinero con el valor de las vidas. Sino que esos mismos fondos, se podían destinar a instrumental, equipamientos o a controles para prevención de enfermedades.
Demasiadas víctimas, demasiados daños y dolor para seguir transitando por el camino del desinterés.

Commentarios

commentarios

Compartir