Hijo de un cordobés sobrevivió a la masacre en Estados Unidos

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El hombre se llama Santiago Baabdaty. Es padre de Austin, de 7 años, que aparece en la foto que dio la vuelta al mundo porque fue la primera que hizo circular un periódico local, el Newtown Bee.

 

«Estoy contento porque voy a pasar una buena Navidad, pero no quiero estar en el lugar de esos padres», dijo desde Estados Unidos un cordobés cuyo hijo sobrevivió a la matanza en la escuela primaria de Newtown.
El hombre se llama Santiago Baabdaty. Es padre de Austin, de 7 años, que aparece en la foto que dio la vuelta al mundo porque fue la primera que hizo circular un periódico local, el Newtown Bee.
Austin está con pantallón rojo, llevado de la mano por una maestra y al lado de un policía. Cuando su madre, estadounidense, lo fue a buscar, estaba ya a salvo en el cuartel de bomberos.
“Fue una locura lo que pasó, no lo puedo creer”, le dijo a Clarín vía telefónica Santiago que se fue a probar suerte a Estados Unidos en 1988 y no regresó más a Argentina.

-¿Cómo se enteraron lo que había sucedido?
A nosotros nos llegó un mail desde el colegio donde se nos avisaba que no fuéramos a buscar los chicos porque había sucedido algo. No nos decían qué. Cuando le dije a mi señora, Jodi, ella se puso muy nerviosa y a puro instinto de madre fue para allá.
Según las palabras del cordobés, Newtown es una zona rural “re tranquila”. Su casa, está a 4 millas del establecimiento donde sucedió la masacre. “Cuando mi señora se fue yo me quedé viendo las noticias y en una de las imágenes que pasaron me di cuenta que Austin estaba en el estacionamiento del colegio, al lado de un policía y junto a sus compañeros de segundo grado”, relató agitado.
“No hay palabras para explicar lo que se vive por estas horas. Es una sensación de angustia absoluta”, describió el hombre de 49 años que se graduó de ingeniero en Estado Unidos y trabaja como administrador de un edificio.
Mientras dialogaba con Clarín, Santiago tenía a Austin en la falda. “El está muy confundido y me dijo que tuvo muchísimo miedo. Gracias a Dios, no le pasó nada. Así y todo, la tristeza que tenemos aquí es indescriptible”, concluyó el cordobés.

Fuente: La Voz del Interior, Clarín y Perfil

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