En Córdoba se desarrolla un interesante estudio que pretende crear un hígado artificial.
El proyecto surge a partir de un contacto que inicia el Dr. Nari con un grupo de investigadores y docentes de la carrera de Ingeniería Biomédica de la UNC para plantearle la idea de crear un órgano bioartificial, fabricado con materiales orgánicos, a partir de seres vivos. “Hay una visión muy diferente entre la gente que hace ciencia básica y los que estamos en contacto con la población, por decirlo de algún modo. Por eso esta unión resulta en algo sumamente positivo, nos amalgamamos y complementamos”.
Por su parte, la Dra. Salvatierra, comenzó su participación a partir de la iniciativa de Nari: “Hicimos la primera reunión y uno de los temas que dio a conocer era la posibilidad de crear un hígado artificial a partir de la descelularización de un hígado. Entonces mis becarias y yo decidimos participar”.
De esta manera, se conformó un grupo de investigación multidisciplinario integrado por Nancy Salvatierra (bióloga), Gustavo Nari y Gustavo Juri (médicos), Mariana Cid y Romina Comin (químicas) y Laura Reyna y Ricardo Taborda (ingenieros). Motivados por una enorme vocación, en su tiempo libre, los investigadores hacen los experimentos en los laboratorios del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (Conicet-UNC) para lograr que ese escenario sea posible en un futuro no muy lejano.
Luego de seis meses de trabajo, y con el respaldo de años de experiencia, los investigadores lograron la descelularización de un hígado de conejo: eliminaron todas las células dejando solamente una matriz. Esta matriz, en la etapa subsiguiente, servirá de estructura contenedora y guía para la organización de las células humanas que se implantarán en el proceso de recelularización. Justamente éste es el desafío al que se enfrenta el grupo de investigación.
El Dr. Nari comenta que “la aspiración de lograr un hígado bio-artificial, para poder luego ser trasplantado, viene de hace mucho tiempo. Recién ahora se han encontrado estas matrices biológicas, no sólo en hígado, también en corazón, pulmón y otros órganos. En el área hay grupos de investigación en estados Unidos, Francia, Japón. En Estados Unidos ya lograron recelularizar un corazón de ratón. Y esto es una carrera, a ver quien lo consigue primero”. A lo que la Dra. Salvatierra agrega: “Nosotros somos los primeros que trabajamos con un hígado de conejo, avanzando un poco en la escala respecto a otros grupos que trabajan con ratas o ratones”. La diferencia radica en el tamaño del órgano y en su volumen celular. Un hígado con el 20 o 25% de sus células normales, puede funcionar correctamente. “El de conejo se aproxima a este volumen, pero el ideal sería lograrlo con uno de cerdo”, concluye Nari.
La recelularización puede lograrse por varios caminos posibles. Por un lado, se pueden desarrollar células con funciones específicas, características del hígado, para ser implantadas. Sin embargo faltaría desarrollar otras células que forman parte del hígado y también son imprescindibles. Otra alternativa sería recelularizar con células madre.
Si bien los resultados son esperanzadores, el equipo está en un primer avance y hay que esperar para que la investigación básica pueda trasladarse a la clínica y pueda trasplantarse un órgano creado en el laboratorio. El Dr. Nari asegura que “con la velocidad que se está avanzando en este tema, en cualquier momento nos van a sorprender”.
Fuente Conicet Córdoba
Horacio Vivir Mejor