El Ku Klux Klan quema a una joven negra en Louisiana. Tiene la mitad de su cuerpo quemado y su estado es gravísimo. Fue atacada por tres hombres que tenían sus cabezas cubiertas por capuchas blancas en forma de cono. La rociaron con un líquido inflamable. La prendieron fuego y huyeron, dejando inscriptas en el capot de su auto las siglas del temible Ku Klux Klan (KKK) y un insulto racial.
Las autoridades de Louisiana todavía no han podido determinar quiénes son los tres agresores de Sharmeka Moffitt, una joven negra de 20 años. Pero el incidente recuerda las peores épocas del racismo en el sur de Estados Unidos, cuando miembros del Ku Klux Klan ahorcaban o quemaban vivos a los que llamaban despectivamente “nigers”. Más aún, es un indicador de cómo, desde que Obama se transformó en el primer presidente afroamericano, el racismo y el número de crímenes de odio se multiplicó.