El fiscal Medina había pedido 10 años.
La Cámara Segunda del Crimen condenó a 8 años de prisión a Yesica Moreno, la mujer acusada de ahorcar a su hijo de solo 4 meses y esconder el cuerpo en el techo de la vivienda donde residían.
En los alegatos, el fiscal Jorge Medina había pedido 10 años de prisión, pero consideró que hubo atenuantes extraordinarios, por lo que evitó solicitar la reclusión perpetua. Por su parte, el abogado defensor, René Bossio, solicitó la absolución.
Los jueces Emilio Andruet, Oscar Testa y Carlos González Castellanos y los jurados populares consideron que Yéssica fue culpable y el Tribunal fijó una pena de 8 años.
Durante las audiencias, el psquiatra forense, Gustavo Zanlungo, quien afirmó que la mujer “comprendía sus actos” al momento del hecho.
Por su parte, Marcela De Angeli, abuela del bebé asesinado y testigo de la primera audiencia, admitió en diálogo con Telediario que “ver aYéssica en ese lugar es muy doloroso porque la hermana de Lautaro quiere estar con su mamá”
“Verla nuevamente me partió el alma, lloré muchísimo. Siempre la quise como una hija. Busco explicaciones todos los días para saber lo que pasó y no logro entenderlo. Todo ha sido muy triste”, reflexionó.
La mujer dijo que prefiere que “Yesica esté afuera y pueda estar con su hija”.
“Yo la perdono, no se que le pasó. La quiero a pesar de todo. El psicólogo dice que ella se había arrepentido y a través de una carta Yessica dijo que no fue conciente, y le creo”, afirmó.
El hecho
El crimen ocurrió el pasado 26 de diciembre, cuando los restos de Lautaro fueron encontrados por personal de Investigaciones, luego de una búsqueda de más de 3 horas.
La madre había denunciado un falso secuestro de su hijo al relatar que habían sustraído al pequeño de la casa mientras dormía. Además, reveló la aparición de un escrito amenazante sobre un vidrio, en el que solicitaban el pago de una deuda a cambio del niño.
Sin embargo, la versión no convenció a los investigadores, quienes hallaron “muchos puntos grises en el relato”.
La sospechosa fue derivada a la sede policial donde se sometió a un extenso interrogatorio junto a su pareja. Finalmente, fue trasladada nuevamente a la casa en Villa Dalcar y tras una breve búsqueda encontraron el cuerpo del bebé sobre el techo de la unidad habitacional, envuelto en nylon y lamiplast.
El fiscal Javier Di Santo descartó rápidamente la hipótesis del secuestro y caratuló la causa como homicidio. Cuando se produjo el homicidio, la mujer se encontraba sola junto al bebé y otra menor, quien dormía.
(El cuerpo del bebé fue hallado sin vida en el techo del hogar, situado en Manuel Puebla al 1900)