El presidente de Estados Unidos no esperó ni unos minutos de su segundo debate con su rival republicano, Mitt Romney, para pasar al ataque tras su desastrosa perfomance de dos semanas atrás que provocó el repunte de su contrincante en las encuestas.
Ante la primera pregunta en la Universidad de Hofstra, en el estado de Nueva York, planteada por un estudiante de 20 años que quería saber qué harán los candidatos para asegurarle que tendrá un trabajo cuando se gradúe en 2014, Obama acusó a Romney de haber querido llevar a la industria automovilística de Detroit a la bancarrota.
Y cuando Romney volvió a tomar la palabra para negar sus acusaciones, Obama redobló el ataque: «Lo que acaba de decir el gobernador Romney sencillamente no es verdad», espetó.
«Romney no tiene un plan de cinco puntos», continuó Obama en referencia al programa del republicano para crear, afirma, hasta 12 millones de empleos de ganar la Casa Blanca. «Tiene un plan de un solo punto y éste consiste en asegurarse de que la gente en lo más alto juega con reglas diferentes», agregó.
Acto seguido, Obama explicó la «filosofía» de Romney de esta manera: «Puedes hacer mucho dinero, y pagar impuestos más bajos que alguien que gana menos. Enviar puestos de trabajos al exterior y obtener exenciones de impuestos. Podés invertir en una compañía, fundirla, despedir a los empleados, quitarle sus jubilaciones y encima ganar dinero».
El formato del segundo debate presidencial fue el de una especie de asamblea donde personas elegidas del público, previamente seleccionadas por la prestigiosa encuestadora Gallup, fueron las encargadas de hacer las preguntas a los dos candidatos, sentados uno frente a otro -aunque separados unos metros- y que se levantaban situándose en el centro del escenario para dar sus respuestas.
Casi todos los cuestionamientos de la noche versaron sobre política interna hasta que uno de los asistentes sacó a colación el reciente asesinato del embajador norteamericano en un ataque al consulado en Bengasi, Libia.
Romney dijo que Obama se tardó mucho para reconocer que este hecho fue un ataque terrorista, pero el mandatario señaló que ya lo había catalogado de esa manera al día siguiente de ocurrido durante un discurso en el Jardín de las Rosas en la Casa Blanca, y hasta la propia moderadora le dio la razón al mandatario.
Más adelante, en su declaración final, Obama volvió a pasar al ataque y recordó a Romney sus expresiones en el polémico video grabado a puertas cerradas durante una cena con donantes para su campaña, en el que se veía al republicano desestimar a los votantes de Obama por esperar que el Estado les cubra todas sus necesidades.
«Cuando dijo a puertas cerradas que el 47% del país se considera víctima, que se niegan a tener responsabilidad, piensen a quiénes se estaba refiriendo», dijo Obama, para luego repasar que en ese porcentaje de personas que no pagan impuestos a la renta se incluyen veteranos de guerra. jubilados y estudiantes.