Di Santo recibió nuevas pericias y los resultados favorecerían al médico Isa

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No se advirtió un nivel de potasio superior al normal, aunque tampoco se habrían hallado las drogas que asegura el médico haberles inyectado. Sin embargo, la denuncia de la enfermera aparece como la única prueba comprometedora.

 

Parece aliviarse la situación judicial del médico Martín Isa, imputado de homicidio en grado de sospecha leve, por la muerte de dos pacientes en la Terapia de la Clínica del Sud.
El fiscal Javier Di Santo recibió los informes de nuevas pericias ordenadas en Córdoba y el resultado destaca que no se advertiría la presencia las drogas que Isa aseguró haberles inyectado a los pacientes.
Sin embargo, los índices de potasio tampoco surgen por sobre lo normal,  por lo cuál los análisis químicos no alcanzarían para sustentar la denuncia de la enfermera Edith Baigorria.
La mujer había señalado que Isa les inyectó potasio a los pacientes y les provocó la muerte.
El testimonio de Baigorria no pudo ser ratificado integralmente por otros médicos y enfermeras de la clínica, y el fiscal deberá decidir ahora si avanza en un eventual sobreseimiento del médico.

 Declaratoria

Tras ser imputado de homicidio calificado por alevosía, dos hechos por concurso material, el doctor Martín Isa dijo en su extensa declaración que les aplicó a los pacientes fallecidos inyecciones con analgesia y sedación, aunque negó haberes inyectado dosis de potasio.
Para el fiscal  Di Santo hay elementos que habilitan a la sospecha y  sostiene que la imputación también permite que se garantice la defensa del doctor Isa.
El médico imputado hizo una declaración extensa durante casi 4 horas y explicó las drogas que le aplicó a las pacientes. Entre los medicamentos aparece la morfina.

La testigo

Tres eran las personas que se hallaban en la Terapia Intensiva de un centro médico privado cuando fallecieron dos pacientes, en forma casi simultánea. Una de las protagonistas era la enfermera que denunció a un médico por la presunta inyección de altas dosis potasio a dos personas, quienes finalmente murieron.
La tercera persona en el lugar es también una enfermera que declaró ayer ante el fiscal y admitió haber escuchado el diálogo que mantuvieron la denunciante y el médico, en el que la mujer le reprochaba haberle inyectado la droga en forma irregular a los pacientes, un hombre y una mujer con enfermedades terminales. “¿Para qué prolongarle la agonía?” le habría respondido el terapista a la enfermera.
Sin embargo, la testigo señaló que no observó cuando le habrían inyectado la droga a las personas ni tampoco pudo reconocer las ampollas que el médico habría arrojado en un recipiente.

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