La nena paquistaní baleada el martes por un talibán en el norte de Pakistán fue trasladada a un hospital de Rawalpindi, una ciudad cercana a Islamabad. A pesar de la leva mejoría que tuvo tras una operación en la que le extrajeron un proyectil de la cabeza, la chica de 14 años, que se hizo conocida por defender el derecho de las mujeres a estudiar en su país, se mantiene aún en situación crítica.
“Todavía no está fuera de peligro a pesar de la evolución de su estado de salud. La estamos llevando a Rawalpindi, a un centro de alta complejidad”, declaró Masood Kausar, gobernador de la provincia de Jíber Pajtunkhwa (noroeste) donde Malala Yousafzai fue atacada por combatientes del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP).
También uno de los médicos del hospital de Peshawar, donde Malala fue atendida hasta ayer, había dicho a la agencia AFP que el estado de salud de la nena estaba mejorando. “ Se encuentra en un estado crítico pero estable ”, afirmó el doctor Mumtaz Khan.