Lo dijo Antonia Cisneros, Madre de Plaza de Mayo, al recordar a Susana Dillon.
La Madre de Plaza de Mayo Antonia Cisneros brindó un emotivo recuerdo de su «hermana de lucha», Susana Dillon, al señalar que «fue una gran pérdida» su muerte.
«Tanto hemos llorado juntas y tanto hemos reclamado por ellos. Tantas puertas golpeamos y tan pocas se abrían…. Es muy doloroso verla inerte, ella que fue alma vida y corazón para todo. Significa una gran pérdida», expresó.
Antonia señaló que «fue una enorme bendición que Pepi -la nieta de Susana- haya estado en sus brazos» y resaltó que «fueron muchas más las razones que nos unieron, que las que nos separaron».
«Qué pena que se haya ido en este momento en que se inicia el juicio para quienes se llevaron a nuestros hijos. La condena es lo que corresponde, pero no es una alegría para nadie. Para nosotros es un recuperar a nuestros hijos», enfatizó.
La militante por los derechos humanos dijo que «tener a los hijos desaparecidos es vivir siempre en la noche».