Señalaron que son casi 30 y las reglas se imponen «desde adentro». «Si alguno se porta mal, lo corregimos en el barrio», expresaron.
Los trapitos se multiplican en el sector de Plaza Olmos y admiten que por la falta de control municipal, ellos imponen sus propias reglas.
Señalaron que son casi 30 las personas que trabajan en los puestos de estacionamientos frente a la Municipalidad y los límites se imponen «desde adentro».
«Nosotros pedimos que nos dieran un carnét con foto para controlar, pero no hicieron caso. Si alguno se porta mal, lo corregimos en el barrio, esto se resuelve en otro lado», expresó uno de los trapitos, quien permanece más de 8 horas en el lugar.
Ganan entre 150 y 200 pesos por día y con los fondos «alcanza para mantener la familiar y pagar el alquiler».
«Somos como 5 veces más, ahora somos 30. Aparecen chicos de golpe y es un problema. Los nuevos no te respetan, te llevan por delante», afirmó uno de los trapitos con más antiguedad en el lugar.
Destacó que «en los 5 años de trabajo acá no se acercó nadie del municipio y lo de la cooperativa que quisieron armar no llegó a nada»
«La gente por ahí se queja, pero ya saben los que realmente venimos a trabajar», aseveró.
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