Fue el peor hecho criminal en la historia de la ciudad.
Hace 25 años, entre las 7.10 y las 7.45 de la mañana, se produjo el peor hecho criminal en la historia de la ciudad. 6 empleados del Banco Popular Financiero eran masacrados por un cabo policial y su cómplice, provocando el dolor y la conmoción de una ciudad y el país.
Inicialmente, fueron detenidos Miguel Salinas y su mujer, Rosa Boni; Francisco Nievas, su concubina Nélida Bustos, el policía Miguel Coy y Juan Carlos «Garganta» Lucero. Coy no llegó a juicio, por falta de méritos y Lucero, quien acusó a Nievas y a Salinas de planear el robo, finalmente terminó absuelto. Años después falleció en un enfrentamiento a tiros en el sur del país.
En el juicio desarrollado 1989 fueron condenados Nievas (36) y Salinas (45), como coautores de «homicidio agravado cometido con alevosía, para ocultar otro delito y lograr la impunidad, reiterado, seis hechos. También por homicidio calificado por las mismas agravantes en grado de tentativa y robo calificado por su ejecución con armas , todo en concurso real».
Por mayoría, se les impuso pena de reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado. En 2003 el Tribunal Superior de Justicia de la provincia, ante una casación, eliminó la accesoria.
Boni (40) fue absuelta como coautora y condenada como partícipe de «robo agravado por su comisión con armas», imponiéndosele sólo cinco años de prisión.
La extensa secuencia de audiencias en Tribunales no logró acreditar si actuó otro policía más, como aseguró Roberto Denner, el único sobreviviente de la balacera demencial.
“¡Milico hijo de puta… me quiso matar pero yo le cabeceé la bala!” Expresó Denner a su hermano cuando lo llevaban en estado desesperante en una ambulancia. Fue lo único que pudo expresar antes de quedar inconciente. Fue fusilado cuando esperaba cabeza abajo su peor final.
Por el hecho, murieron en el acto Rubén Bianco (37), Ángel Angellini (68) y Alejandro Muzzio (26), Víctor Meynet (44) y Ricardo Ferreyra (29). Tras 45 días de agonía también falleció Jorge Garay.
El 10 de octubre de 2007, la ciudad se conmovía por una decisión judicial que 5 años después genera el mismo repudio. El juez de Ejecución Penal de 3ª Nominación de Córdoba, Gustavo Alberto Arocena, dispuso la libertad de Miguel Ángel Salinas, quien cumplió 20 años de prisión por la masacre del Banco Popular Financiero (BPF).
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