Argentina iguala 1-1 con la República Checa tras jugarse los dos primeros puntos de la semifinal de Copa Davis. Del Potro derrotó a Stepanek y Juan Mónaco cayó frente a Tomas Berdych.
La serie semifinal del Grupo Mundial 2012 comenzó favorable para los argentinos por la victoria de Del Potro (8) sobre Radek Stepanek (40) por 6-4, 6-4 y 6-2, que ilusionó a las 14 mil personas acercadas al estadio Mary Terán de Weiss.
Pero más tarde se pasó de la euforia al desencanto porque Mónaco (11) perdió con Berdych (6) un partido que tenía ganado, por 6-1, 4-6, 1-6, 6-4 y 6-4, luego de una batalla tenística.
La eliminatoria continuará mañana a partir de las 12.30 con el punto de dobles, en el que los argentinos presentarán a Carlos Berlocq y Eduardo Schwank, mientras que los europeos anunciaron a Ivo Minar y Lukas Rosol, aunque lo más probable es que lo animen Berdych y Stepanek, quienes apenas perdieron un partido sobre 11 jugados como pareja.
El domingo será desde las 10.30 y se enfrentarán los número uno de cada país: Del Potro por Argentina y Berdych para los checos, mientras que cerrarán la serie Mónaco y Stepanek, las segundas raquetas de cada formación, aunque los capitanes pueden variar los nombres de cada tenista hasta una hora antes del partido, sobre todo si la serie está definida.
Argentina, que venía de eliminar en las rondas previas a Alemania y Croacia, comenzó la jornada con una sonrisa enorme por la actuación de «Delpo», pero la alegría no pudo ser completa, ya que si bien era previsible una derrota de «Pico» ante Berdych, no en la forma en que se produjo, después de estar dos sets arriba y 4-2 en el cuarto.
Del Potro empleó dos horas y 41 minutos para doblegar a Stepanek y despejó todas las dudas que se habían generado por la lesión que padece en la muñeca izquierda.
El tandilense, quien analizó si jugaba o no durante un par de días debido a la tendinitis en la muñeca izquierda que lo tiene a maltraer, consiguió la ventaja sin haber sido brillante, pero sí muy sólido, ayudado por un Stepanek que rindió menos de los esperado.
El tandilense diagramó un plan y lo ejecutó a la perfección, lo que le permitió superar por segunda vez en su carrera al checo (la anterior había sido en Indian Wells 2011). El historial registraba derrotas en tres ocasiones: en Memphis 2009, París 2009 y Toronto 2012.
En el primer set, que duró poco más de una hora, el checo, un «zorro viejo» del circuito, próximo a los 34 años, varió mucho el juego, intentó quitarle intensidad a «Delpo» y eligió jugar pelotas bajas, algo que le permitió dominar hasta adelantarse 4-3.
El argentino, en tanto, utilizó el revés únicamente con slice durante ese tramo (ese golpe que aplica a dos manos aumenta el dolor en la muñeca izquierda lesionada) y se mantuvo en partido hasta igualar 4/4, ya que ahí soltó su terrible derecha, quebró para 5-4 y sirvió cómodo para cerrar el parcial por 6-4.
Luego de adjudicarse el primer set sobrevino lo mejor del tandilense, quien ganó cuatro puntos seguidos y se adelantó 1-0 en el segundo, con una gran velocidad de piernas para correr un par de drops que ensayó el checo y más metido en la cancha, lo que le permitió dominar los puntos y lastimar con su derecha, una de las más potentes del circuito.
El checo quebró por única vez en el partido el servicio del tandilense y se adelantó 3-1, pero fue sólo un espejismo.
Es que Del Potro se recuperó enseguida y pasó a dominar el marcador ya que se adelantó 4-3 y definió cómodo por 6-4 para dejar casi encaminado el triunfo, ante un Stepanek que cada vez ofrecía menos resistencia y que no se mostró bien físicamente, algo que puede incidir en la serie ya que también deberá jugar mañana el punto de dobles y eventualmente el domingo.
La gente, que fue llegando de a poco al estadio Mary Terán de Weiss, notó que el partido era favorable y alentó como nunca, lo que le permitió a Del Potro tomar una ventaja de 5-1 con otros dos quiebres (2-1 y 4-1) para manejarse cómodo y quedar a salvo de un tenista bravo como el checo, con mucho talento y partidos sobre el lomo.
El tandilense pudo impactar cómodo, marcó diferencias con su velocidad de pelota y no tuvo ningún inconveneniente para cerrar el partido y dejar a la Argentina en ventaja.
Sin embargo, esa ventaja quedó igualada al final del día por la derrota de Mónaco, inexplicable desde el punto de vista anímico, no del tenístico ya que Berdych es un jugador superior y acaba de llegar a las semifinales del US Open, luego de eliminar en cuartos de final al suizo Roger Federer y antes de caer frente al escocés Andy Murray, luego campeón del torneo.
Mónaco, el más tribunero del equipo, salió a jugar con una camiseta similar a la del seleccionado argentino de fútbol y generó enseguida la complicidad del público: «Olé, Olé, Olé Olé, Pico, Pico», tronó fuerte en el estadio, algo importante para arrancar de cero y olvidar que había perdido con Berdych las seis veces que habían enfrentado.
En el primer set, el checo jugó un tenis muy completo, con derechas profundas, muchos primeros servicios y bien metido dentro de la cancha, lo que le deparó un 6-1 que generó la algarabía de sus poco más de 100 compatriotas en una de las tribunas, mientras que resto del estadio permaneció en silencio.
El argentino reaccionó en el segundo set cuando pudo mantener su saque por primera vez (1-0) y luego quebró a Berdych para adelantarse 2-0, y se llevó por 6-4 el parcial, de muy bajo nivel técnico.
De hecho, entre el primer y segundo set sumaron 11 quiebres sobre un total de 17 games, y recién en el tercero Mónaco pudo marcar diferencias con su derecha para ganar por 6-1, algo que despertó al público, que lanzó un aliento incesante hasta el final.
«Pico» ofreció su mejor versión en el tercer set y sobre todo en el cuarto, cuando se puso 4-2 arriba, ayudado por Berdych, quien a esta altura computaba más de 50 errores no forzados.
Sin embargo, Berdych tuvo una oportunidad para meterse de nuevo en el partido y no la dejó pasar, lo que le permitió igualar el marcador (4-4), luego ganar el set por 6-4 y estirar la definición hasta el quinto.
En ese segmento, Mónaco lució ansioso y errático, tal como le sucedió hace muy poco, cuando perdió en la ronda inicial del US Open ante el español Guillermo García Lopez un partido que le era claramente favorable, ya que estaba dos sets arriba y 4-2 en el tercero cuando se le escapó el triunfo, una situación casi idéntica.
En el quinto set el checo se puso rápido 4-0 luego de ganar ocho juegos consecutivos (desde que estaba 2-4 abajo el anterior) y dominó el partido, más allá de la reacción final de Mónaco por intentar evitar que se le escape algo que ya había perdido y ojalá no deje secuelas para el futuro, ya que aún restan tres puntos por jugarse en la Davis.
La serie continuará mañana y Argentina intentará equiparar con fervor y coraje un partido de dobles que se presume adverso, aunque no imposible, aunque todo autoriza a pensar que la definición se estirará hasta el quinto punto del domingo.