Sebastián Crismanich, ganador de la medalla de oro en taekwondo en los Juegos Olímpicos, se mostró exultante a su llegada a la Argentina y afirmó: «Lo que conseguí es inolvidable».
El correntino arribó al aeropuerto de Ezeiza pasadas las 8 de la mañana procedente de Londres.
A su llegada, Crismanich, exultante y feliz, comentó que sabía que podía llegar a la medalla de oro porque se había preparado para eso.
El ganador de la medalla de oro indicó que “siempre sentí el apoyo de todos los deportistas y eso me dio mucha energía”
Por otro lado, el correntino mostró su alegría por el trabajo que realiza en ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento) y remarcó que “ojalá hubieran diez entidades más así ayudan a los deportistas”. «Ojalá hayan diez entidades como el Enard, que nos salvó la vida», agregó.
«Fue maravilloso lo que me tocó vivir y fue un verdadero honor poder portar mi bandera en la ceremonia de cierre. Fue un gran orgullo y la hice flamear lo que más pude para que la viera todo el mundo. No hay nada mejor que eso, no lo olvidaré jamás», resaltó.
Justamente, Crismanich le agradeció al basquetbolista Luis Scola, quien era el designado para portar la insignia argentina en la fiesta de clausura de la cita olímpica, el gesto de cederle el privilegio de ser el abanderado.
«No podía creer cuando me dijeron que Luis Scola quería que yo portara la bandera, es algo que se lo voy a agradecer siempre. Ese fue uno de los tantos gestos que recibí en la villa olímpica», detalló.
Asimismo, el correntino, de 25 años y que arribó al aeropuerto de Ezeiza pasadas las 8 de la mañana procedente de Londres, aseguró que su deseo es que el título que obtuvo en la categoría de hasta 80 kilos «sea el principio de algo muy grande».
«De a poco voy tomando noción de lo que logré y espero que sea el principio de algo muy grande en mi deporte. Me llena de orgullo que ahora la gente hable de taekwondo. Ojalá que sea el despegue», afirmó en el marco de una conferencia de prensa.