El jefe de la Unión de Trabajadores Gastronómicos denunció que Cristina Fernández impulsaba una central gremial «dividida y sometida».
El jefe de la Unión de Trabajadores Gastronómicos, Luis Barrionuevo, advirtió hoy que la presidenta Cristina Fernández «quiere ser la secretaria general de la CGT» y denunció que impulsaba una central gremial «dividida y sometida».
La discusión sobre el futuro de la CGT, ahora fracturada por las diferencias que se generaron en torno a la continuidad de Hugo Moyano, volvió hoy a tener repercusiones políticas, como la del jefe del gremio de Canillitas, Omar Plaini, que habló de un conflicto puramente político.
El dirigente moyanista opinó hoy que el conflicto en la CGT «no es jurídico sino político», tras la impugnación ante la Justicia del congreso donde se eligió a Moyano, y reconoció que se encuentran «en deuda con la sociedad» por la falta de acuerdo entre los distintos sectores.
Barrionuevo apuntó sus críticas contra el secretario de Economía, Axel Kicillof, porque «le sugirió a la presidenta intervenir la CGT» en medio del conflicto con Hugo Moyano, y criticó al funcionario nacional por actuar como en la «vieja época de las patotas».
«Este chico, sabemos de fuentes fidedignas, que le sugirió en su momento a la Presidenta intervenir la CGT», insistió el referente de los trabajadores gastronómicos.