La realidad actual se impone en la región. El mundo está dando señales de cambio y un viraje en las relaciones comerciales internacionales.
La comunidad internacional mira al gigante asiático crecer y disputar el poder hegemónico, el liderazgo, del mundo a EEUU.
¿Qué significa en términos económica el desplazamiento de EEUU por China? ¿Qué implica para nuestra región?
La crisis financiera internacional, dejó como saldo la incapacidad de EEUU para decidir, de manera única y exclusiva, en materia de cuestiones financieras mundiales. Esta situación se debe a que el principal y gran comprador, por lo tanto banquero, de EEUU es China. DE esta manera el principal país asiático ya no es mas el taller del mundo, ya que actualmente absorbe, y lo viene realizando hace tiempo, la deuda estadounidense.
Este tipo de relación tan imbricada, entre EEUU y China, también provoca, a pesar de su feroz competencia por liderar, una gran dependencia entre las economías de ambos países. China posee la mayor reserva mundial de dólares, por lo que cualquier tipo de caída del dólar en EEUU, inevitablemente arrastraría la economía china a una crisis también.
Sin embrago, la crisis internacional, el desplazamiento de EEUU y la crisis europea, dan lugar y fortalecimiento a las relaciones sur-sur. El mundo dejo de ser unipolar, para pasar a pensar y funcionar bajo la lógica de la multipolaridad. Y en este contexto, las potencias regionales y los países del sur están emergiendo y fortaleciendo sus relaciones no solo diplomáticas sino también económicas.
La realidad es que hoy, China es un gigante que consume muchas materias primas que la región ofrece. Principalmente la soja, que fue el punta pie inicial del establecimiento de las relaciones, y que hoy, ya se está trabajando en la idea de crear una zona de libre comercio entre el Mercosur y China.
EL fortalecimiento del Mercosur y Unasur, son una buena señal enviada a Asia, pero que también, en forma más directa, estaría posibilitando a los países latinoamericanos poder mejorar su condición de competitividad en el continente y en el mundo, y fortalecer diferentes sectores económicos en los que cada uno lidera.
En ese esquema, China es un comprador estratégico, pero que también podría estar ofreciendo cooperación en materia de infraestructura, energía, tecnología, entre otras cosas, productos que la región lleva importando desde el Reino Unido o EEUU.
En síntesis, hoy, Pekín representa lo que significó Washington en su momento. Hacia allá viajan los presidentes y gobernadores, no solo argentinos, sino también de otros países, para vender y mejorar los productos de sus países. La gran puerta hacia el comercio internacional está en Asia! Y hacia allá va la región. Pero surgen dudas, ¿Qué tipo de relaciones tenderán a fortalecerse? ¿se trata de una fiebre china o hay una proyección comercial, de compra-venta y cooperación, a largo plazo? Esta relación con el gigante asiático ¿Implicará algún tipo de imposición de recetas económicas? ¿Cuáles serán las condiciones que tendrá que cumplir la región para sostener los intercambios con China? ¿Qué señal está enviando la región a EEUU, al negociar y fortalecer las relaciones sur-sur y principalmente con China?
Gherra, Estefanía
estefaniagherra@hotmail.com
Lic. Ciencia Política
Miembro del grupo de investigación en Relaciones Internacionales de UNRC-Grupo ATENEO