«También es el día en que soldados argentinos demostraron que, a pesar de las duras condiciones en la que les tocó luchar, no dudaron en defender el territorio nacional hasta las últimas consecuencias y ocasionando numerosas bajas a un oponente preparado profesionalmente…»
Otro aniversario de la Guerra de Malvinas se cumplió este 14 de Junio. Se trata de los 30 años del fin de la guerra propiamente dicha. De las hostilidades. El día en que la cobardía de quienes condujeron la guerra llevó al cese del fuego. Pero también es el día en que soldados argentinos demostraron que, a pesar de las duras condiciones en la que les tocó luchar, no dudaron en defender el territorio nacional hasta las últimas consecuencias y ocasionando numerosas bajas a un oponente preparado profesionalmente y con equipamiento del más avanzado.
Esta fecha marca para la Argentina que se venía la derrota militar total -a la sufrida en el campo de batalla le siguió la derrota política- y así la dictadura llegó a su fin. Se abría así lo que muchos veteranos llamaron una nueva guerra, aquella que tomo el nombre de “desmalvinización”. Para la frustrada sociedad argentina de aquellos tiempos, la derrota en las Malvinas vino a coronar un descontento social que injustamente cayó con mayor dureza en aquellos protagonistas que dieron su vida por la patria sin pedir nada a cambio.
Para los británicos el 14 de Junio representa todo lo contrario. La victoria militar que permitió a la postre obtener a Margaret Thatcher el crédito político que venía perdiendo luego de las medidas económicas cuestionadas por amplios sectores de la sociedad y que amenazaban su futuro en el poder. Gracias a la victoria militar, la “Dama de Hierro” fue reelecta en 1983, manteniéndose en el poder hasta 1990.
Sin embargo, a treinta años de aquel hecho, mucha agua ha pasado por debajo del puente y la herida de la derrota, vivida por los argentinos como un estigma para su honor nacional, parece comenzar a cerrarse. Es que para muchos veteranos -y para la historia oficial- luego del 14 de Junio de 1982 nada fue igual. Podríamos decir que el día de la rendición es un hecho bisagra que marca el fin no solo de la guerra, sino también, de más de 50 años de gobiernos militares que de forma escalonada marcaron la vida política y social de nuestro país.
El 14 de Junio es el día que hizo posible la llegada de la Democracia a la Argentina. Democracia que todavía nos cuesta entender y valorar. De hecho, luego de 30 años todavía parecemos no asumir los deberes y las obligaciones que la misma supone.
Por eso, el 14 de Junio es importante. Importante para los veteranos que volvieron de las Islas, pero también para los argentinos de aquella época y los que nacieron después. De los que vivieron bajo regímenes militares y de los que nacimos en Democracia. Tanto unos como otros tenemos un compromiso con los veteranos y los héroes de aquella gesta. El deber de reconocer su sacrificio y su valor en la defensa de lo que es nuestro y que nos fuera arrebatado ilegítimamente. Este sentimiento fuertemente arraigado en el inconsciente colectivo de la sociedad argentina hace que la recuperación de las Malvinas sea un deber que nunca podrá ser abandonado. Su correlato jurídico se encuentra en la propia Constitución Nacional en su Disposición Transitoria Primera, en la que se establece, en su primer párrafo que “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.”
El 14 de Junio de 2012 será también el día en que, desde la Universidad Nacional de Río Cuarto, se lance oficialmente el Área Malvinas dentro del Ateneo de Estudios Internacionales (AEI) de la Facultad de Ciencias Humanas. Este hecho, con un alto grado de simbolismo, busca devolver a aquellos que pelearon por nosotros el reconocimiento que 30 años de desmalvinización provocaron en su vida, la de sus parientes y amigos, pero también brindar un homenaje permanente para aquellos que descansan en nuestra tierra malvinense. A su vez, representa una apuesta para la comunidad universitaria, quien desde el ámbito académico, debe contribuir en la elaboración de una estrategia que permita a la Argentina la recuperación definitiva del archipiélago.
Así, luego de 30 años del fin de la guerra, el 14 de Junio debe ser resignificado y convertido en el día en que los argentinos de forma consciente y pacífica nos encomendamos a la recuperación de una parte importante de nuestro territorio nacional. En ese marco las universidades no pueden mantenerse ajenas a la necesidad de pensar el modo de lograr el ansiado objetivo. En ese sentido la misma Constitución Nacional en la segunda parte de la Disposición Transitoria Primera establece que “la recuperación y el ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos ha de respetar el modo de vida de sus habitantes y ha de llevarse a cabo conforme los principios del derecho internacional.” El desafío está planteado.
*Abog. Gustavo Eduardo García
Ateneo de Estudios Internacionales (AEI) Facultad de Ciencias Humanas (UNRC)