La presidenta del Banco Central de la Republica Argentina ha dicho que la emisión monetaria no genera inflación en Argentina.
Por supuesto, sin ofrecer estudio alguno que corrobore empíricamente su hipótesis. Debe decirse, en todo caso, que esta proposición resulta falsa tanto a nivel lógico como empírico.
En el Primer plano la ecuación básica: P*Q = M*V siendo P= Precios, Q= Producto, M=Dinero y V= Velocidad de circulación del dinero sugiere que si la velocidad permanece constante y aumenta el dinero deberían aumentar o bien las cantidades, o los precios o ambos, dependiendo cada una de estas situaciones de la forma que tenga el comportamiento de la curva de oferta de bienes en el país
El planteo del gobierno, es que el incremento monetario genera aumento en el producto y no en los precios, sin explicar, como es que se puede suponer una curva de oferta absolutamente horizontal en Argentina. En otras palabras, la presidencia del BCRA cree que el caso Argentino representa justamente un ejemplo del Keynesianismo extremo en detrimento de otras posibilidades fácticas de comportamiento de la oferta de bienes en Argentina.
Tampoco explica cuál es la evidencia para sostener semejante supuesto que es una condición necesaria para que el aumento de la emisión monetaria provoque el incremento de la producción de bienes sin tener impacto sobre los precios. En dos palabras, el gobierno nos deja con una epistemología económica basada en la Fe. Se supone que por la simple afirmación de algo eso representa mágicamente la realidad.
En el plano empírico, en realidad, los datos refutan tanto el argumento como el supuesto de la presidenta del BCRA. El gráfico siguiente muestra la asociación estadística estilizada que existe entre el crecimiento de la base monetaria y el incremento de precios. La línea con íconos de color azul son las variaciones logarítmicas de la base monetaria y la roja representa las de la inflación.
Como se ve el formato de las curvas son similares, cuando la base monetaria sube provoca el movimiento de las tasas de variación de la inflación en un paralelismo notablemente similar. Esto significa dos cosas, primero que el argumento de la que emisión no tiene impacto sobre la inflación queda desacreditado y segundo también elimina el argumento de la curva horizontal de oferta de bienes que supone que todo el impacto del crecimiento de la base monetaria se traduce en el crecimiento del producto. Adicionalmente el gráfico permite ver la tendencia creciente al aumento de la emisión desde mediados del 2002 hasta la actualidad. Es esto lo que explica en gran medida la inflación en argentina. La presidenta del BCRA no justifica la horizontalidad de la curva de oferta de bienes ni ofrece prueba empírica de lo que afirma. La conclusión es inescapable que existe una fuerte relación entre la emisión monetaria y la inflación en Argentina, según los propios datos del BCRA que hemos utilizado y cuya presidenta insiste en negar.
Tafani Roberto y Roggeri Mariana