El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, destacó que a pesar de que no hubo documento final, en la reciente Cumbre de las Américas «se dieron importantes pasos» que indican que «América Latina esté pasando de una oscura y triste noche del Consenso de Washington a una primavera sin Washington”.
En una entrevista concedida a la cadena televisiva CNN en el Palacio de Carondelet, Correa reiteró su condena por el hecho de que Cuba haya sido excluida de la Cumbre, que sesionó este fin de semana en Cartagena, Colombia.
«Un país americano, por capricho de otro país, excluido de la Cumbre de las Américas. Entonces que se llame cualquier otra cosa, conversatorio con Estados Unidos, pero que no se llame Cumbre de las Américas», señaló el mandatario, cuyas declaraciones fueron recogidas por la agencia estatal Andes y Prensa Latina.
Recordó que en 2009 en Trinidad y Tobago ya se habló de la necesidad de que Cuba se integre plenamente a este foro internacional, pero que «hasta ahora no se ha hecho nada y de ahí, no ir a Colombia fue una decisión radical, pero necesaria».
Correa aseguró que una de las acciones inmediatas que se deberían dar en materia de derechos humanos a nivel continental es que Estados Unidos cierre la base militar de Guantánamo, que se encuentra impuesta en la isla de Cuba.
Agregó que respeta mucho al presidente estadounidense, Barack Obama, y lo considera «una buena persona», pero que no está de acuerdo con ciertas actitudes relacionadas con la política internacional.
«¿Quién es él para convertirse en árbitro del bien y del mal o decidir qué es dictadura, qué es democracia? ¡Ya basta! Yo creo que la historia nos ha enseñado bastante sobre la doble moral que ha tenido Estados Unidos en cuanto a relaciones internacionales», indicó.
Obama dijo que flexibilizará su política hacia Cuba cuando en la isla se respeten los derechos humanos.
Aseguró que es incorrecto pensar que la democracia occidental es el único modelo a seguir, y en ese contexto destacó que «los primeros en saber qué cambios necesita Cuba son sus autoridades y su pueblo».
«Nadie les va a imponer esos cambios, ellos lo van a decidir soberanamente», indicó, y agregó que es claro que «el cerco comercial a ese país es un atropello al derecho internacional, a los derechos humanos y a la soberanía de Cuba».
Señaló que discursos de países como Estados Unidos reflejan doble moral porque «se pasan hablando de los derechos humanos y qué peor atentado a los derechos humanos que la tortura en Guantánamo».