El Gobernador De la Sota prestó juramento ayer en la Legislatura al nuevo período de gobierno. El mandatario provincial pidió «comprensión» a los empleados públicos y dijo que dará prioridad a la lucha contra la corrupción.En su discurso José Manuel De la Sota dijo que: «Esto significa una enorme responsabilidad, que nos llena de alegría, pero también de humildad y fortaleza. Humildad, porque sabemos que cuando un Gobierno se siente omnipotente, está pecando de soberbia y se ama a sí mismo en vez de amar al pueblo que lo eligió y al que debe servir. Fortaleza, porque si es impotente frente a los problemas, siente que no tiene soluciones y está pecando de debilidad e indecisión, mientras los problemas se agravan y el pueblo sufre.
Cada día de gestión nuestra mirada buscará primero a los más pobres. Al padre que se preocupa por alimentar a sus hijos, a la madre que sufre con su bebé enfermo, a la joven
que pone todo su empeño en ingresar a la Universidad, al muchacho que busca trabajo y no lo encuentra. Siempre estaremos primero al lado de los que no tienen un hogar, de los que no tienen tierra, de los que no tienen pan, de los que no tienen nada.
Pero también tendremos presente todos los días a la otra Córdoba. La Córdoba rica, repleta de historia y de futuro. La de las cosechas record, de las múltiples universidades, de la industria moderna y exportadora, de los buenos ingresos y rentabilidades.
Y nuestro trabajo cotidiano buscará acortar cada vez más la distancia entre estas dos Córdobas, para que todos unidos hagamos nacer una sola Córdoba, donde todos puedan sonreír, todos puedan estudiar, todos puedan trabajar, prosperar, ahorrar e invertir. Una Córdoba donde todos podamos ser felices.
Para ello necesitamos de la ayuda, la comprensión y la participación de todos los cordobeses. Necesitamos por ejemplo que los padres ejerzan con amor la autoridad sobre
sus hijos, para que no crezca la violencia escolar ni la delincuencia juvenil. Para que cuidemos la unidad familiar, que es la base de la sociedad solidaria y humana que
queremos construir.
Necesitamos que los empleados del estado, que tienen trabajo con estabilidad absoluta, obra social, y salario seguro, aunque sea insuficiente, comprendan que hoy debemos destinar prioritariamente la recaudación a promover las inversiones que generen trabajo en la actividad privada para nuestros desocupados, que son millares, y a practicar
la solidaridad con los cordobeses que no tienen nada de lo que ellos tienen, antes que otorgar aumentos salariales por más merecidos que estos sean.
Necesitamos que todos paguen con responsabilidad sus impuestos, que son los más baratos del país, porque quien no paga pudiendo hacerlo, no cumple con su responsabilidad
social. Para perseguir a los evasores, presento hoy ante esta legislatura el proyecto de ley que pone en funcionamiento los juzgados que se dedicarán exclusivamente a tramitar los
juicios fiscales contra los grandes deudores que están en la ilegalidad. Solicito a ustedes la pronta aprobación del mismo. Toda nuestra gestión está dedicada a construir una Córdoba
más solidaria y productiva, donde la creación de nuevos empleos es la prioridad absoluta.
Para ello necesitamos también la aprobación de esta legislatura al proyecto de ley de promoción de inversiones que está a su consideración y que otorga múltiples ventajas
a quienes radiquen o amplíen industrias y den nuevos empleos. Por nuestra parte, mantendremos y mejoraremos nuestros programas Primer Paso, Volver al Trabajo y PEP, para subsidiar el empleo real y dar ventajas competitivas a las pequeñas y medianas empresas. En poco tiempo más enviaré una nueva ley de promoción del turismo que alentará la inversión del sector que hoy se muestra como el más dinámico de nuestra economía. El nuevo Ministerio de la Producción y el ProCórdoba estarán al servicio de nuestras PYMES, para promover exportaciones, mejores condiciones de competitividad y
asistencia financiera de nuestro Banco Estatal. La seguridad jurídica y la independencia del Poder Judicial han sido, son y serán nuestras banderas irrenunciables.
Por ello presento hoy el proyecto de ley que restablece el Consejo de la Magistratura, con modificaciones que garanticen el secreto absoluto en los exámenes de selección
de magistrados, para evitar las presiones o favoritismos corporativos.
Este Gobernador, que no ha nombrado ni nombrará ningún juez
durante sus mandatos, viene también hoy a presentar ante
esta Legislatura la ley de puesta en funcionamiento del
Fuero Penal Económico y Anticorrupción, que juzgará a los
corruptos, y que establece para estos casos en forma
obligatoria el jurado popular. Así será el pueblo quien
condenará a los malos funcionarios y los delincuentes que
defraudan a la sociedad que los eligió.
Córdoba, de esta manera, una vez más estará a la vanguardia
del país en la lucha contra la corrupción, haciéndolo a
través del Poder Judicial, con un fuero especial
independiente y respetado por todos.
Pero llega el tiempo de tres grandes debates. Es hora que
toda la sociedad analice los resultados de la reforma
educativa iniciada hace 7 años. Ver porqué nuestras chicas
y muchachos fracasan tanto cuando pretenden ingresar a la
Universidad. Qué está pasando en la educación primaria. El
CBU, ¿mejoró o empeoró la calidad de la enseñanza? La
capacitación docente, ¿funciona? están nuestros docentes
adecuadamente capacitados? ¿Porqué los padres no respaldan
la autoridad de los docentes y apañan a sus hijos aún en el
error? ¿Habrá que volver a las escuelas industriales o de
oficios cerradas años atrás? Me consta que los docentes
desean este debate.
Es imprescindible también el gran debate sobre la seguridad
ciudadana, puesta en jaque por el accionar de las bandas de
delincuentes.
Queremos aplicar la tolerancia cero para juzgar a nuestra
Policía. Que es nuestra, y la queremos decente y eficiente.
Por ello estoy presentando hoy ante ustedes el proyecto de
ley de creación del Tribunal de Conducta Policial, que
sustituirá a Asuntos Internos y estará integrado por
miembros de los tres Poderes del Estado para juzgar las
conductas ilegales de nuestros policías que dejarán de
juzgarse a sí mismos como ocurrió siempre.
También está cuestionada la Policía Judicial creada hace
algunos años. ¿Sirve?, ¿los instructores atienden cuando la
gente los necesita en los precintos?, los Ayudantes
Fiscales están en los precintos atendiendo a las víctimas
del delito?; los integrantes de la Policía Judicial, ¿son
verdaderos especialistas?; ¿descubren a los delincuentes?;
¿hay que mantenerlos como están o ha llegado el momento de
la reforma integral de todos los sectores de la seguridad
provincial?
Los buenos policías, que son mayoría, se merecen que el
pueblo de Córdoba vuelva a respetarlos. Hay que erradicar a
los que deshonran el uniforme para que ello ocurra.
Pero todos sabemos que la seguridad ciudadana no es sólo un
problema de la Policía. Es problema de toda la sociedad.
Nadie puede ser neutral frente al crimen. No es un problema
de ideologías, de garantismos o no garantismos, de
izquierdas o de derechas, es un problema de legalidad o de
ilegalidad, y nosotros los justicialistas sabemos que hay
que ser esclavos de la ley para ser verdaderamente libres,
como lo señalara el ex Presidente Perón.
Un Gobierno no puede aceptar críticas injustas ni denuncias
falsas que generalmente provienen de quienes no tienen la
adhesión popular. Pero tiene la obligación de extraer
enseñanzas de las críticas serias que recibe a diario.
Apostamos al diálogo con todos los sectores de la
comunidad. A la convivencia madura con la oposición,
fundada en nuestro respeto a la minoría, pero también en la
aceptación por parte de ustedes, sin resentimientos, de
nuestro legítimo triunfo y de nuestro derecho de gobernar
Córdoba, tal cual lo votó el pueblo en las últimas
elecciones.
Este será un Gobierno de participación y renovación. El
pueblo de Córdoba nos reeligió para que hiciéramos más y lo
hiciéramos mejor. Nos eligió porque aprobó todo lo bueno
que hicimos en nuestros primeros cuatro años y confió en
que mejoraríamos lo que no hicimos bien.
Y ésta es una excelente oportunidad para mejorar. En
Argentina se encendió una luz de esperanza. Estamos
asistiendo a un acontecimiento histórico: un país que se
quiere poner de pie.
En toda la región están soplando vientos de cambio y de
progreso. El MERCOSUR se erige más que nunca como el
ámbito ideal para nuestro desarrollo. Y no vamos a dejar
pasar esta oportunidad.
Esta tarde asumirá un nuevo Gabinete, que tiene un promedio
de edad de sólo 45 años. Es el gobierno del cambio en la
continuidad. Así como la Argentina eligió cambiar, Córdoba
eligió seguir cambiando».