Cuando aún Adriana Nazario especulaba con una candidatura que finalmente rechazó, el gobernador José Manuel De la Sota lanzaba en el sector de los azudes «los Guardianes del Río», un programa que comenzaba a competir con la intervención que el municipio realizaba en Río Cuarto. Fue el primer antecedente de como se saldarían los intereses confrontados por el clima electoral y el acto que anticipó la plena participación del mandatario provincial en la incipiente campaña.
Luego, llegó el ciclo de recitales con Palito Ortega, Valeria Linch, Jorge Rojas y el papelón de Miguel Minardi junto a la Mona Jiménez. Desde la Agencia Córdoba Cultura indicaron que los eventos costaron un millón de pesos y la oposición multiplicó por 4 las estimaciones.
Con la obsesión de recuperar para el Justicialismo un bastión que lo vio siempre ganador en su candidatura a gobernador, De la Sota desestimó el impacto político de las encuestas y decidió el desembarco en Río Cuarto con anuncios millonarios y un protagonismo de actor principal.
Asumiendo un rol que se pareció al de un intendente, De la Sota presentó con puntero y pizarrón obras por 4 millones de pesos “para embellecer la ciudad” y una inversión de 1,2 millones en cámaras y móviles para la Policía. La propuesta incluyó desde la reforma en la fachada de la Catedral hasta la construcción de monumentos en las rotondas de la ruta A005, allí donde nadie podría dejar de verlos.
También avanzó la creación de parques sobre las costas del río con grandes carteles que advertían a propios y extraños que “Aquí trabaja la Provincia”. Los afiches se multiplicaron a la par de la publicidad por el candidato del poder provincial y el desembarco asumió discursos de barricada.
El último encuentro de De la Sota y el intendente Juan Jure, durante el acto de incorporación de 52 agentes y la entrega de 10 móviles y equipo de «última generación» para la Policía, fue definitivamente el cierre de relaciones, al menos, hasta el 15 de abril. Jure calificó la propuesta reducción de 30 por ciento en los impuestos como un truco de magia y el gobernador exigió «disculpas» al señalar que no es «ningún tramposo».
Como antes lo hizo con el entonces candidato a la reelección Alberto Cantero, ahora De la Sota se sumó a las caminatas con Minardi ratificando anuncios con fuerte impronta provincial y asegurando subsidios y recursos para instituciones y organizaciones barriales.
Las propuestas del candidato del Justicialismo de créditos para viviendas a través del Banco de Córdoba, el desarrollo industrial con rebajas de EPEC, subsidios y obras de infraestructura y la rebaja de impuestos que ya había aplicado De la Sota en su primera gestión, tienen en la Provincia el origen y principal anclaje.
La más reciente intervención delasotista incluyó la visita de dos ministros y la entrega de subsidios y créditos por más de un millón de pesos. El titular de Solidaridad, Daniel Passerini, aportó 212 aportes a familias de bajos recursos que buscan ampliar sus vivienda y 71 microemprendedores recibieron fondos del Banco de la Gente. En la misma jornada, el ministro de Obras Públicas, Hugo Testa, confirmó la reactivación de las viviendas frenadas desde diciembre.
Sin tregua, en territorio en el que De la Sota decidió vivir y consolidar su base política, la batalla por el Sillón de Mójica reduce la figura de Minardi a la estrategia provincial y cada anuncio retumba estruendoso en la trinchera municipal.
La confianza de Jure por los sondeos que lo ubican liderando las encuestas confrontan con la incidencia del Gobernador en el proceso electoral. En el oficialismo se preguntaban hasta donde estaría dispuesto De la Sota a jugar su figura por la candidatura de Minardi y todo hace prever que será hasta la batalla final.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
En Facebook: Pablo Callejón