Convivió ocho años con un terrible secreto, hasta que no aguantó más. El chico, hoy de 13 años, le contó a la Justicia, mediante Cámara Gesell, que la noche del 9 de febrero de 2004 estaba en su casa, en Santa Rosa, con sus padres. En medio de una discusión, según su relato, Víctor Purreta, por aquel entonces boxeador profesional, le dio una brutal paliza a su mujer, Andrea López, y la ahorcó con un rebenque.
Sin embargo, esta versión difiere de lo que le dijo el hombre a la Policía: admitió la pelea, pero aseguró que después se fue a dormir. Y que cuando se despertó, ella ya se había ido.
La madrugada siguiente, a las 5.20, Purreta fue visto en una camioneta. ¿Quién declaró que lo vio a esa hora? Su propia madre. El ex boxeador reconoció –hace ocho años ante los investigadores policiales– que salió a dar una vuelta, a comprar cigarrillos. Y que al volver advirtió que su esposa ya no estaba.
La desaparición de “Maru” se conoció diez días después, en marzo, cuando su madre fue a buscarla, preocupada porque no respondía a los llamados telefónicos. Purreta “no le avisó a nadie”, dijo Julia Ferreyra, quien no oculta las sospechas sobre su ex yerno y es querellante en la causa.
Fuente: Clarín