El entrenador de River, Matías Almeyda, admitió que no lograr el ascenso sería cavarse «una fosa» de la que no saldría «nunca», aunque dijo que tiene claro el objetivo y que se tiene «mucha fe» para lograrlo.
Asumí en el peor momento del club y eso tiene dos miradas.Puede ser un lugar muy bueno para comenzar mi carrera como técnico o puede ser muy malo: sé que me puedo cavar una fosa de la que no voy a salir nunca más», apuntó Almeyda en Fox Sports.
«Pero siempre fui de ir al frente y acepté el reto porque tengo mucha fe en que vamos a conseguir el objetivo», agregó.
Respecto del partido del próximo fin de semana ante Quilmes, el «Pelado» declaró: «Es un partido importante, pero no define nada. No creo que ganando dejemos a Quilmes al margen de la pelea.
Queda mucho camino por recorrer y habrá muchos partidos complicados».
«Aunque claro que nos vendría muy bien ganar para fortalecer nuestra posición en la tabla y el ánimo -cerró-. Cuando se gana y se sacan resultados positivos, se trabaja diferente».
Confirmados los regresos de Alejandro «Chori» Domínguez y el uruguayo Carlos Sánchez, y al margen de la situación del defensor Jonatan Maidana (suspendido y a la espera del posible pedido del artículo 225), Almeyda debe esperar por la recuperación del lateral Juan Manuel Díaz, que sigue lesionado.
«No me siento al ciento por ciento y no sé si llego», apuntó el propio lateral, con una contractura en el isquiotibial derecho.
Si Díaz no llega en condiciones, su reemplazante será otra vez Carlos «Chiche» Arano, titular en la goleada 4-1 que River cosechó como visitante contra Sportivo Desamparados de San Juan.
El plantel, como lo hizo este martes por la mañana, volverá a trabajar mañana en el predio de Almeyda en Benavídez, a puertas cerradas, con la mira puesta en el choque contra Quilmes, por la 23ª fecha de la Primera B Nacional.