Diez de esos detenidos estaban en Argentina y uno de ellos en Río Cuarto, según publicó hoy el diario Clarín. El sitio de Interpol informa que se secuestraron unos 250 elementos informáticos, tarjetas de crédito, y dinero en efectivo en unas 15 ciudades.
Un hombre fue detenido ayer en Río Cuarto por Interpol en el marco de una operación contra «Anonymous», el colectivo internacional de activistas informáticos.
Según Interpol, hubo 25 detenidos de entre 17 y 40 en todo el mundo. En nuestro país, las otras detenciones se produjeron en Capital Federal, San Isidro, y Tucumán.
Los arrestados en Argentina, Chile, Colombia y España están vinculados al «hackeo» de los sitios de Internet del Ministerio de Defensa colombiano, de la Presidencia y también, entre otros casos, la página de la compañía de elctricidad de Chile, Endesa.
Diez de esos detenidos estaban en Argentina y uno de ellos en Río Cuarto, según publicó hoy el diario Clarín.
El sitio de Interpol informa que se secuestraron unos 250 elementos informáticos, tarjetas de crédito, y dinero en efectivo en unas 15 ciudades.
La investigación, a la que Interpol denominó Exposure –“exposición”– comenzó en junio de 2011. En total, se realizaron 40 operativos en 15 ciudades de España, Argentina, Chile y Colombia. Además de los detenidos, que tienen entre 17 y 40 años, Interpol se llevó 250 equipos informativos y teléfonos celulares. También dinero que, se cree, sirve para financiar las actividades de Anonymous.
A estos detenidos se los acusa de haber hackeado páginas oficiales del gobierno colombiano, en particular del Ministerio de Defensa.
“Por acabar con los bosques, con los campesinos, con la DIGNIDAD de nuestro pueblo”, decía la leyenda con que Anonymous invadió esos sitios colombianos para protestar contra la construcción de una represa y sobre todo contra la represión con que fueron desalojados los campesinos de Quimpo.
Es que más que hackers en este colectivo llamado Anonymous se agrupan miles de organizaciones de activistas siglo XXI. “Son como piqueteros”, los definió uno de los investigadores argentinos, no sólo porque bloquean información sino porque además lo hacen para protestar.