La candidatura a concejal de Juan Manuel Llamosas, quien ocupará el primer lugar en la lista del justicialismo, podría derivar en una presentación judicial. Dirigentes de la oposición señalan que la Carta Orgánica le impide ser candidato y en los pasillos de Tribunales aseguran que hubieron consultas sobre una eventual denuncia.
El artículo 108 del Capítulo II de la Carta Orgánica Municipal dice que el Defensor del Pueblo no puede postularse para ocupar cargos electivos en las elecciones municipales inmediatas a la conclusión de su mandato. Llamosas dejó su cargo en junio de 2009 por lo que algunos consideran que está impedido a presentarse en el 2012.
«No tenía sentido hacer una presentación cuando anunció la precandidatura porque era una cuestión interna. Pero, si oficializa su postulación a concejal habrá que ver lo que dice la Junta Electoral. Si no advierten reparos, hay quienes piensan en la Justicia», expresó un dirigente que conoce de leyes.
El problema no es solo judicial, sino político. Algunos piensan que hacer el planteo sería utilizado por el peronismo para señalar que quieren proscribir al ex ombudsman y lo terminarían victimizando. Otros, en cambio, sostienen que es ilegal y que generará un dolor de cabeza al PJ.
La semana que viene vence el plazo de presentación de listas y ya surje la pregunta: ¿al ex Defensor, quien podrá defenderlo?
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La irrupción de Marisa Arias provoca mucho enojo en dirigentes cercanos a Minardi. La ex pre candidata se sumó a la pelea cuando pocos lo esperaban y se quedó con un porcentaje de «la militancia» que el postulante a intendente veía como propia. Minardi vio reducir su caudal de votos y Llamosas quedó más cerca de lo que esperaba. Ahora, Arias aspira a conseguir dos lugares en la lista de concejales y sus allegados no descartan que sea candidata. Ambas opciones no caen bien en el entorno del ex director del Hospital. ¿Para un peronista nada mejor que otro peronista?
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Jure prepara una avalancha de inauguraciones hasta el 15 de abril. El intendente siente que ha superado el clima de conflicto que rodeó durante 4 años su gestión y confía en los datos de las encuestas que lo colocan con una importante diferencia sobre el resto de los candidatos. Sin embargo, espera que la campaña sea breve y «sin margen de error». Por eso, el gabinete no se tomó vacaciones y apuntan a darle el gusto al jefe político.