Mónaco, campeón el domingo último en Viña del Mar, en Chile, fue el primero en salir a jugar, en el polvo de ladrillo del Stechert Arena de Bamberg, y ratificó su gran momento tenístico.
«Es una alegría haber jugado de la manera que lo hice y darle el primer punto a la Argentina», declaró exultante el tandilense, quien mostró su mejor versión en un compromiso de Copa Davis.
El tandilense se llevó el primer set tras quebrar dos veces el servicio del alemán (2-0 y 4-0), sustentado en una buena derecha y también devoluciones precisas frente a un adversario que habitualmente basa su juego en el saque y la volea, y esta vez no le funcionó.
En el segundo parcial Mónaco mostró algunas dudas y eso permitió a Petzchner emparejar el partido, pero esa reacción duró poco.
«Me sentí raro, pero con el correr del partido logré soltarme y pude hacer mi juego. Hablé mucho con (Martín) Jaite, en cada cambio de lado, y sabía que el triunfo dependía de mí», analizó luego el tenista, de 27 años.
Mónaco se puso dos sets arriba, ambos por 6-3, con la táctica de forzar el error sobre el revés del alemán (utiliza ese golpe sólo para defenderse) y dispuso de tiempo y espacio para jugar su derecha, lo que resultó clave para el triunfo final.
En el set decisivo, el tandilense logró otro quiebre oportuno (4-2) y dominó a voluntad, ante un rival que apeló como recurso al slice, con la intención de contenerlo, pero no lo logró.
Mónaco dispuso de un punto de partido con el saque del alemán (5-2 y 40-30), pero no lo aprovechó y luego con el suyo tuvo tres match points y no falló, ya que definió el partido con el primero de ellos y allanó el camino de Argentina.
Un rato después salió a la cancha Nalbandian, quien siempre deja la piel en cada partido de Copa Davis, frente a Mayer, la primera raqueta alemana.
Pero el inicio del juego le fue desfavorable al cordobés, merced a un tenis soberbio del local y dubitativo del argentino.
De hecho, Mayer le quebró dos veces al servicio a Nalbandian para ponerse 4-0 y después le alcanzó con mantener el suyo para cerrar el parcial con un 6-2.
«Empecé muy mal y él estaba muy fino. Tardé un poco en encontrar mi juego», sostuvo el cordobés, de 30 años.
En el segundo y tercer set, se vio lo mejor de Nalbandian: mejoró con su saque, devolvió de manera magistral y ajustó todos sus golpes para apabullar a Mayer por 6-0 (le quebró tres veces) y 6-1 (se quedó con el servicio de su rival en dos ocasiones más).
«La verdad es que sentí que jugué muy bien el segundo y tercer set. Estuve más cerca de mi nivel y él decayó en el suyo.
Sin dudas encontré mi ritmo y saqué una diferencia», analizó el
cordobés.
Pero la historia en el cuarto parcial se pareció un poco más a la del primero. De nuevo Mayer exhibió su mejor tenis y Nalbandian mantuvo el suyo. Entonces se vio el set más parejo de todo el partido.
El alemán quebró de entrada, se puso 3-0 y parecía que encaminaba el juego para un quinto set. De hecho en el tercer game levantó una desventaja de 0-40.
Pero Nalbandian no se desesperó, en el séptimo juego le quebró el saque a Mayer, y en el siguiente puso el marcador igualado en 4.
Luego los dos mantuvieron su servicio y llegó el momento del tie-break, donde el cordobés sacó una ventaja de 6-1. Todo parecía sencillo, pero un par de dudas del argentino y la garra del alemán llevaron el marcador a 6-5.
Mayer sacaba para igualar el tanteador, pero Nalbandian, con el sello que lo distingue, encaró el punto como si fuera el último de su vida y cerró el tie-break 7-5 y el set 7-6.
«Acá lo importante es que se ganó y estamos 2-0 arriba. Mónaco jugó un gran partido y yo tras un pésimo primer set, mejoré y vencí con autoridad. Jugué un muy buen tenis y estoy contento», afirmó Nalbandian.
Por último, el cordobés habló sobre la cancha. «Está muy mala y la pelota pica mal. En el final no me maté de pedo», sentenció.
La serie continuará hoy desde las 10 (de Argentina) con el dobles entre los argentinos Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank y los alemanes Peztschner y Tommy Haas.
El domingo concluirá la historia con los partidos entre Mónaco ante Mayer (comenzará a las 9) y Nalbandian frente a Peztchner, aunque podría jugar Haas, depende de cómo esté la eliminatoria.
El ganador del cruce entre argentinos y alemanes enfrentará en cuartos de final, entre el 6 y 8 de abril próximo, a Japón o Croacia, que ayer finalizaron 1 a 1 tras los dos primeros puntos, en la ciudad nipona de Hyogo.
Argentina, finalista el año pasado cuando perdió ante España, en Sevilla, dio un gran paso en su camino hacia el título, para de esta manera saldar esa asignatura pendiente entre el tenis nacional y la esquiva «Ensaladera de Plata».