Asher Stewardson nació el jueves en el Centro Médico Mercy en Des Moines, con 59,7 centímetros de largo y 6,2 kilogramos. Funcionarios del hospital dijeron que sólo un 0,1% de todos los recién nacidos pesan más de 5 kilos, según informó The Washington Post.
La madre de los niños, Kendall Stewardson, tuvo un trabajo de parto de seis horas sin una inyección epidural, que se coloca en la zona lumbar para evitar la sensibilidad en la mitad inferior del cuerpo.
Asimismo, la mujer aclaró que ella y su esposo querían evitar un parto por cesárea, pese a que 15 meses atrás parió a Judah -quien nació pesando 5,4 kilos-, porque consideraron que no hubiera sido bueno ni para la madre ni para el no tan pequeño Asher.