El sacerdote jamás pensó que su inocente mentira podía quedar en evidencia y despertar el malestar de la comunidad católica de Besana Brianza, en la región de Lombardía, donde oficia las misas.
Donghi les había comunicado a los fieles de su parroquia que se tomaba unos días para ir a meditar. Pero en realidad se había embarcado con su madre y su sobrina en el crucero Costa Concordia que naufragó el pasado 13 de enero frente a la isla de Giglio.
El engaño quedó al descubierto horas después del accidente cuando la joven, recién llegada a tierra, escribió en su cuenta de la red social que su abuela, su tío y ella se encontraban a salvo.
Contó que la familia consiguió ponerse a salvo al subirse en una lancha salvavidas que los trasladó a Giglio, junto a tantos otros supervivientes.
Fuente. Infobae