A un pequeño grupo de militares se les encomendó la evaluación de responsabilidades políticas y estratégicas militares en la guerra de Malvinas. Se formó así una comisión de trabajo cuyo producto final fue el aquí mencionado “Informe Rattenbach”
Luego de cumplir la licencia médica, la Presidenta Cristina Fernández anunció que ordena la publicación del Informe Rattenbach, que se ha mantenido desde fines de 1982 hasta estos días casi en secreto.
El Informe Rattenbach
A un pequeño grupo de militares se les encomendó la evaluación de responsabilidades políticas y estratégicas militares en la guerra de Malvinas. Se formó así una comisión de trabajo cuyo producto final fue el aquí mencionado “Informe Rattenbach” (redactado en diciembre de 1982), hasta ahora protegido como secreto de Estado, aunque se presentó al año siguiente una versión recortada y resumida.
Por lo poco que se sabe, el informe revelaba la improcedencia de los militares que se encaminaron a la guerra y las lecturas erróneas de la realidad Argentina. Denuncia que Ronald Reagan lo llamó personalmente a Galtieri para frenar el conflicto, que su secretario de Estado Alexander Haig presentó dos proyectos de solución pacifica y que las advertencias del canciller Costa Méndez fueron desoídas, porque Estados Unidos dejó en claro desde el principio que, de desatarse el conflicto, se alinearía a favor de Gran Bretaña.
Señala que se sabía de antemano que la situación en la ONU era muy complicada para la Argentina, que no contaba con ningún apoyo para la guerra (salvo Panamá).
El informe denuncia que aquellos militares no obedecieron como hombres de Estado a lo que es justo, legal y útil al bien común.
En las conclusiones finales, hasta llega a asegurar que lo de Malvinas fue una “aventura Militar”.
Augusto Rattenbach (hijo de Benjamín, el autor) dijo estar contento por el anuncio de la Presidenta que, por su parte, habló de la guerra como un error, aprovechando al tiempo para bajar los ánimos belicistas del Reino Unido.