ada vez que River hace las valijas y se sube a un avión con destino al interior se genera una convulsión pocas veces vista en el fútbol del Ascenso. Sucedió en Mendoza, Córdoba, Jujuy y Puerto Madryn. Ocurre en Corrientes, la próxima escala del equipo de Matías Almeyda en la B Nacional, ante un rival apto para morbosos : Boca Unidos. Hay tanta expectativa en el noreste argentino que ya no quedan más entradas para los locales ni plateas para los visitantes en el estadio José Antonio Romero Feris. Y las que pueden adquierirse en la reventa tienen precios exorbitantes .
Hace una semana, los socios de Boca agotaron las populares y el sábado, arrasaron con las tres mil plateas que se pusieron a su disposición en el Banco Corrientes en apenas media docena de horas. No obstante, más curioso resultó lo que pasó desde el atardecer del domingo. A través de internet y en avisos publicados en distintos diarios, las butacas que se habían pagado 250 pesos se ofrecían a 700.
Y hubo un vivillo que pidió hasta 1.700 para poder ver en acción a Fernando Cavenaghi y compañía.
Fuente: Clarín