Estudiantes decidió poner fin al vínculo con Franco Calero y César Izquierdo, dos jugadores que habían llegado para reforzar al plantel celeste en su participación al Argentino B.
En diálogo con la prensa, Calero dijo que peleó por sus deudas y allí fue notificado de su despido.
«Voy a tomar las cosas con calma. No había hablado nada con los dirigentes y todo me cayó de sorpresa. El Presidente me dijo que era una decisión del técnico y que no podía hacer nada», resaltó.
De todos modos, para el jugador «esto fue extrafutbolístico porque mis actuaciones han sido buenas»
Sin embargo, el rendimiento del delantero rosarino y del defensor ex Douglas Haig y Guaymallén distó del ideal y fue decisión irrevocable del presidente Ivan Rozzi el corte.
Cristian Domizzi, entrenador que hasta el martes había probado a Izquierdo para el partido ante Complejo, avaló lo decidido por Rozzi siendo que él mismo había pedido estos refuerzos.
«Esto es normal dentro del fútbol, no es la primera vez que pasa. Acá hay un empleador y el resto somos todos empleados. Es doloroso pero hay que desdramatizar», opinó Domizzi.
Añadió que «cuando tienen la posibilidad de mostrarse, algunos lo aprovechan y otros no».
A última hora, antes del entrenamiento, los jugadores encabezados por Andrés Aimar pidieron que la dirigencia reviera la decisión ofreciendo abonarle el sueldo a Izquierdo y Calero para que los jugadores no sean desplazados, en el caso que la decisión fuera económica, pero la medida ya estaba tomada por Rozzi y no hubo marcha atrás.
Un dislate más de Estudiantes, que viene con sinsabores en el último semestre, con salarios atrasados a su plantel, con demoras de 5 meses después del anuncio efectuado el pasado 30 de mayo en la construcción de la ampliación de la tribuna e incorporando jugadores pedidos por el entrenador que luego no son respaldados por el mismo.