Después de un fin de semana de pleno verano, las costas del río amanecen desbordadas de basura, un problema recurrente que pone en peligro el entorno natural y la seguridad de quienes visitan estos espacios.
Los equipos de limpieza que trabajan en las costas destacan especialmente la preocupante cantidad de botellas de vidrio rotas, tanto en la orilla como en el agua, presentando un riesgo significativo para los bañistas.
Este lunes por la mañana, la situación era evidente, con desechos acumulados tras el intenso fin de semana.