Roberto Marcos Barzola, el recientemente acusado en el caso de Nora Dalmasso, tenía 27 años en el momento del crimen en 2006. Durante esos días, Barzola se encontraba trabajando en el pulido de los pisos de la residencia de los Macarrón. A pesar de las sospechas iniciales y la solicitud por parte de la familia Macarrón para que se realizara un cotejo de ADN, el fiscal Di Santo desestimó la petición en aquel entonces, incluso cuando el abogado Dr. Brito lo solicitó explícitamente en nombre de la familia. Este giro en la investigación podría cambiar el rumbo del caso que ha conmovido a la opinión pública por años.
Roberto Marcos Barzola, el nuevo sospechoso en el caso de Nora Dalmasso, había sido citado como testigo tanto en 2006 como durante el juicio de 2022 que apuntaba a Marcelo Macarrón como el principal acusado. En su declaración del 27 de noviembre de 2006, Barzola mencionó que había visitado la casa de los Macarrón, pero al no encontrar a nadie, se retiró del lugar. Más de una década después, en 2022, fue convocado nuevamente como testigo en el juicio, donde compareció frente a los medios con un barbijo, manteniendo un perfil bajo. La evolución de su rol en el caso ha tomado un giro inesperado con su reciente implicación como posible autor del crimen.