👉🏼 Un caso que generó conmoción en el sistema penitenciario de Córdoba: un preso que se autodenomina «queer», y que fue trasladado al pabellón femenino, enfrenta graves acusaciones. Gabriel, quien en 2018 pasó a llamarse «Gabriela Nahir» tras cambiar de género, ahora está acusado de abusar sexualmente y embarazar a una reclusa.
Contexto del caso:
2016: Ingreso a prisión por agredir a su pareja.
2017: Condena por lesiones leves calificadas.
2018: Se identifica como mujer y es trasladado al pabellón femenino de la cárcel de Bouwer.
Acusaciones: Violación y embarazo de una presa.
Este episodio ha puesto sobre la mesa un complejo debate sobre el respeto a la identidad de género dentro del sistema penitenciario y las medidas de seguridad que deben tomarse para proteger tanto a las personas trans como a las demás reclusas.
🗣️ ¿Qué dicen los defensores?
Alfonsina Muñiz, la defensora de Gabriel, explicó que el cambio de género dentro del sistema penitenciario está respaldado por la Ley de Identidad de Género, que establece que la autopercepción de género debe ser respetada por las autoridades. Sin embargo, las graves denuncias que ahora pesan sobre Gabriel reabren la discusión sobre cómo garantizar la seguridad de todas las personas detenidas.
La situación sigue siendo objeto de análisis y discusión pública. Un caso que pone en evidencia las tensiones entre derechos humanos, seguridad y justicia.
