Ni un pibe menos por la droga – “No solo se trata de la adicción, sino también, de la necesidad alimentaria, educativa y de los problemas ante la Justicia”
“No solo se trata de la adicción, sino también, de la necesidad alimentaria, educativa y de los problemas ante la Justicia. No podemos afrontar el problema si no lo hacemos desde una mirada amplia, integral”, afirmó Pablo Nievas, psicólogo del Hogar de Cristo, impulsor de la campaña Ni un pibe menos por la droga.
La iniciativa nació a través del Padre Pepe y un grupo de curas villeros en Buenos Aires y se extendió por todo el país.
En diálogo con Telediario Primera Edición, Nievas afirmó que, “el abordaje necesario debe incluir la integralidad y la complejidad de los casos”
“En los barrios populares la piba o el pibe llegan con una carga mayor que el consumo. Aparecen problemas alimentarios, de hábitos, de Justicia y de educación que forman parte de su realidad. En el Hogar de Cristo se busca un abordaje amplio. Los chicos sienten que al llegar no son juzgados”, manifestó.
Nievas recordó que un pibe contó que al llegar a la avenida Marcelo T de Alvear una mamá con su hijo se corrió al verlo, como si temiera de ser lastimada. “Me dijo que cuando lo ven la gente se corre y aquí recibe un abrazo. Es necesario crear espacios que contengan”, aseveró.
Y añadió: “Por la dimensión que tiene el consumo pareciera que siempre vamos corriendo por detrás. En los barrios populares se suma la complejidad de no tener luz en la casa o de dormir 9 personas en una habitación. Es fundamental que esta realidad se visibilice. Tenemos el apoyo del Sedronar y el municipio, pero se necesita más”
Por su parte, Santiago Cuggino, coordinador Hogar de Cristo, destacó que “la campaña surgió en Buenos Aires pero hubo un contagio en todo el país”
“En Río Cuarto estamos trabajando en la parroquia San Pantaleón, justo atrás del IPV de Banda Norte. Allí se realizan muchas actividades en un sentido de prevención. Nuestra idea es recibir la vida como viene, con toda la complejidad que eso implica. No es solo trabajar sobre el consumo, sino con actividades muy diversas que incluyen lo deportivo y artístico”, enfatizó.
Y agregó: “El abrazo puede resultar inimaginable para una persona que sufre la adicción. Detrás de alguien que consume hay un niño triste”
“Cuando el Estado no llega o diferentes organizaciones no pueden abarcar toda la problemática, es la misma gente del barrio la que contiene. Esto se visibiliza mucho con la cantidad de centros comunitarios que surge. Son vecinos que ponen un comedor o un merendero para darse una mano”, indicó.
Para contactase con el Hogar: 3584294400
Dialogamos con Santiago Cuggino – Coordinador Hogar de Cristo y con Pablo Nievas – Psicólogo de Hogar de Cristo